No, yo no pertenezco a esa "Iglesia"
NO, YO NO PERTENEZCO A ESA “IGLESIA”.
Autor: José Luis Ortiz-del-Valle Valdivieso
No, yo no pertenezco a una “iglesia” en la que su cabeza principal llamado “Benedicto XVI”, sus obispos, sacerdotes, demás clero y seguidores:
* Rinden culto y honra a dioses falsos
* Creen que la Misa es igual a la cena protestante o a cualquier otro rito pagano
* Sostienen y propagan errores (herejías) condenados durante casi veinte siglos
* No creen en el Reinado social e individual de Nuestro Señor Jesucristo
* No creen en todo lo que ha sido dictado en casi veinte siglos de Magisterio y de doctrina decantada por los Doctores de la Iglesia
* Creen que todas las religiones son igualmente buenas y llevan al Dios único y verdadero
* Creen que la Iglesia de Dios se puede entroncar con la “iglesia del hombre”
* Pretenden consolidar la revolución valiéndose de la falsa obediencia
* Quieren demoler por completo la obra de Nuestro Señor Jesucristo
* Callan de todas las formas posibles a quienes se les atraviesan en sus planes
* Engañan de todas las formas posibles a los reductos de la resistencia contra ellos
No, yo no puedo pertenecer a esa “iglesia”, esa que se hace llamar “moderna”, “conciliar”, “progresista”, etc., porque yo pertenezco a la Santa Iglesia Católica. Dios sabe que lo digo con todo mi entendimiento, con todo mi corazón y con toda mi alma, pero siendo el más indigno de los mortales, siendo solo un pobre pecador.
Tanto la razón como la caridad me impulsan, entonces, a decir que el llamado “Benedicto XVI”, sus mandos inferiores y todos los que lo siguen no pertenecen a la Santa Iglesia Católica a la que yo pertenezco, en la que espero morir y en la que, si la Misericordia Divina me auxilia, espero salvarme junto con muchos. Además, es apenas obvio que los de la “iglesia” de “Benedicto XVI” no quieren pertenecer a la Santa Iglesia de Dios, porque eso les repugna.
Deberemos dar cuentas a Dios de todo lo que de Él recibimos y qué diríamos si no señaláramos dónde está la falsa iglesia y dónde la Santa Iglesia Católica. En realidad es muy sencillo, sólo hay que invertir todos los postulados que enuncia, propaga y practica la falsa iglesia para darse cuenta dónde está la Santa Iglesia de Dios.
Por eso, también, no debemos preocuparnos si el llamado “Benedicto XVI” y todos sus mandos inferiores son legítimas autoridades, porque todos ellos pertenecen hoy a esa falsa iglesia y no a la Santa Iglesia de Dios. Ellos no tienen poder ni autoridad alguna dentro de la Santa Iglesia Católica.
De lo que nunca debemos dejar de preocuparnos es de nuestra propia salvación y de la todos aquellos por los que nos pedirá cuentas Dios.
José Luis Ortiz-del-Valle Valdivieso
Bogotá, 24 de noviembre de 2012
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