*Independientemente de los resultados que en el corto plazo se desprendan
del conflicto interno que actualmente se vive en el seno del Partido COPEI,
hay un hecho de extraordinaria importancia que se ha puesto de manifiesto
durante el desarrollo de esta lamentable crisis, es el surgimiento o,
quizás mejor decir, el descubrimiento de un nuevo actor en el liderazgo
socialcristiano de la nación, representado por una prometedora dirigencia
con asiento regional en los distintos Estados del país.*
*En medio de todo este desagradable asunto al que se ha visto sometido el
partido por la deslealtad y las ambiciones personalistas, ha sido alentador
el conocer la seriedad y la madurez política de la mayoría de nuestros
jefes regionales, quienes han demostrado poseer una gran serenidad y
capacidad de análisis, evidencia indiscutible de la solidez de su formación
doctrinaria, lo que les ha permitido fijar las posiciones políticas más
convenientes a los intereses de la colectividad copeyana. Ya quisieran
algunos dirigentes "nacionales", que presumen de dirigir "centros de
formación y de políticas públicas", contar, aunque sea parcialmente, con el
nivel de excelencia en materia de liderazgo partidista y de fidelidad a los
principios y valores que nos identifican, del que son poseedores esa
mayoría de líderes estadales y municipales. A esos compañeros, Presidentes,
Vicepresidentes, Secretarios y Subsecretarios Generales de los Estados,
quiero rendirles especial reconocimiento y expresarles mi admiración por su
eficaz desempeño.*
*Al indagar sobre la actitud responsable, seria y ponderada de estos
compañeros, he llegado a la conclusión que su posición frente al conflicto
en el que la traición ha metido al partido, no es algo casual, no es una
cuestión accidental, ni es parte de ningún pacto o acuerdo inmoral,
vergonzante o escondido, sino que tiene una razonable explicación. A
diferencia de quienes fundamentan su conocimiento del país solo en la
lectura de encuestas, en el manejo de cuadros estadísticos en el que las
personas pasan a ser simplemente un número, de reportes internacionales,
mensajes de texto, correos electrónicos, twitter, facebook o en
disquisiciones intelectuales en el ámbito de refinados salones académicos,
nuestros líderes regionales perciben la realidad nacional de un modo
distinto, no a través de una pantalla de video been o de una computadora,
sino que ellos tienen un conocimiento empírico de esa realidad fundada en
su vivencia diaria, permanente, en las calles y los campos, en contacto con
el país real, con quienes trabajan o no, con los que producen o no pueden
hacerlo, con los estudiantes y con los jóvenes que no pueden estudiar, con
quienes acuden día tras día a los hospitales en la búsqueda de alivio para
sus dolencias o con quienes se calan colas infernales para acceder a una
bolsa de comida, con quienes son asaltados en las calles o en las busetas,
en fin con la gente de carne y hueso que sobrevive, padece y sufre todos
los días del mundo, la desgracia que significa haber tenido que soportar
durante 16 años a un gobierno injusto, corrupto, inepto y dictatorial. *
*Por eso, a esa dirigencia regional que ha compartido durante años con el
pueblo y la militancia de base, la angustia y la desesperación de sentirse
hastiado por la permanencia casi eterna de un régimen maltratador de la
sociedad, a esos líderes, repito, no los va a convencer nadie que a estas
alturas del proceso político nacional, cuando ya se evidencia la segura
salida del régimen, venga ahora un "abrillantado", una especie de "Fouché
en chancletas", a pretender embaucarlos con la oferta inmoral de su
presunta participación en un supuesto gobierno de transición convenido con
uno de los más detestables opresores, al que solo se tendría acceso, y esto
no lo dicen, a cambio de asegurarle impunidad a quienes son corresponsables
de la devastación del país.*
*Esa dirigencia regional que conoce a su gente, que conoce a su pueblo, que
sufre con él y que tiene clara conciencia de lo que hay que hacer para
recomponer a Venezuela y reconciliar al pueblo llano venezolano, esa
dirigencia regional que si entiende la necesidad de descentralizar y
desconcentrar el poder, el capital, el conocimiento y el Estado, esa
dirigencia afincada en los principios y valores, filosóficos y políticos,
que orientan y guían al pensamiento humanista y cristiano, es la que vino a
dar su pleno respaldo a la institucionalidad partidista, y no a personas en
particular, representada en estos momentos por sus autoridades electas,
amenazadas por unos usurpadores promovidos, protegidos y apoyados por el
desgobierno que oprime a los venezolanos. *
*Gracias a la seriedad, a la responsabilidad y al coraje del liderazgo
regional de COPEI, este partido saldrá airoso de la traidora celada tendida
por la ambición personalista en complicidad con los enemigos históricos de
la Democracia Cristiana nacional e internacional. Con la fortaleza de su
doctrina, con la preparación y lealtad de su dirigencia, con el mensaje
esperanzador de que con la justicia social alcanzaremos una Venezuela
mejor. COPEI, el COPEI de siempre, el COPEI de nuestros fundadores, una vez
más emergerá victorioso.*
*¡¡Fuerza y fe compañeros, el COPEI decente vencerá!!*
*Luis Hidalgo Parisca*
*Caracas, 28 de septiembre de 2015*