Elecciones internas en el Partido COPEI (la visión de Luis Barragán)
Les dejamos el excelente artículo publicado en Analitica.com de nuestro admirado amigo: Luis Barragán.
Comicios que anteceden a otros
Consabido, la oposición democrática se apresta a la celebración de las primarias – como regla – para abanderar a los distintos candidatos al parlamento nacional. Valga resaltar la pluralidad de postulaciones para una compleja selección, contrastante con el dedo monocorde y presupuestario que asfixia al chavismo a favor del chavezato, la más clara y blindada expresión de poder en la Venezuela pedevisada.
Antes, la Democracia Cristiana hará sus elecciones internas, una deuda contraída ya por muchos años. Y, aunque algunos insistan, el problema no está en la celebración de la consulta, sino en una morosidad cívica que – precisamente – es la que ayuda a prolongarse a la secta oficialista, panfletaria y plebiscitaria.
Lejos de obstaculizar el normal desarrollo de las primarias, el acto comicial de COPEI contribuirá a la motivación y movilización de una militancia que también padece las nefastas consecuencias del régimen. Digamos, a nuestro modo de ver, todavía sobrevive el imaginario del partido descomunal, socio del bipartidismo, objeto susceptible de toda demora y maniobras, que ha ido cediendo poco a poco a la inmensa necesidad de vivir el momento histórico, actualizándose.
De modo que los comicios del partido están inscritos en una percepción y un desarrollo institucional que, como experiencia inicial, puede contribuir a unas primarias legítimas y convincentes, para ganar las otras experiencias indispensables. Por ello, insistimos, en la comprensión del partido como herramienta ciudadana de trabajo opositor al chavezato, y no un fin en sí mismo; en la recuperación plena de nuestra identidad ideológica, sabiéndonos concursantes de una futura transición que reclama de valores y principios sólidos; en la reconquista y perfeccionamiento de la comunidad de afectos que básicamente somos, aunque aparezcan posiciones destempladas, incluyendo las descalificaciones personales que tanto regocijan a Miraflores.
Nota importante, todos los venezolanos adquirimos la costumbre de renovar, sin renovación; cambiar, sin cambios; transformar, sin transformación, quizá por el sello petrolero de las expectativas y pretensiones que – engañándonos, como aconteció después de 1999 - se inflan irresponsablemente. Particular punto de vista, la modificación de los estatutos del partido, realizada en medio del interinato, nos devolvió a etapas superadas, marcado un autoritarismo incomprensible bajo el ropaje de un lenguaje aligerante, suerte de polvillo tenido por moderno, modernizante y modernizador: nos aprestamos luego a una adecuada reforma de las normas que rigen al partido, a objeto de sincerarlo como manifestación inequívoca de un instrumento democratizador.
COLETILLA: el mismo día que Felipe Torres del Olmo, falleció el Padre Luis Arizmendi (SJ). De aquél, queda un testimonio de convencimiento cristiano e, incluso, una labor de cronista citadino que se hizo sentir en las redes sociales. Y de éste, la estampa y la palabra del sacerdote que, desde principios de la década, nos atrajo por su fuste teológico y político, en San Francisco. Dios los bendiga y acoja en su seno.
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