sábado, 24 de mayo de 2014

Llegó la hora de dialogar, por Heberto Díaz Oquendo


Llegó la hora de dialogar

Heberto Díaz Oquendo
Martes, 11 de diciembre de 2012
La
libertad y la democracia no se negocian ni se miden en porcentajes, hay
o no hay libertad o democracia. No existe una fórmula que permita a una
sociedad ser comunista y democrática al mismo tiempo; sin embargo,
siempre hay gente dispuesta a ceder por el bien de todos y la sensatez
aparece si trabajamos en esa dirección








   Foto: Google
El Presidente habló y anunció quien será su sucesor en caso de su
ausencia absoluta: Nicolás Maduro. Está claro que le habló a sus
seguidores; la constitución nacional establece claramente los pasos a
seguir en caso de la ausencia absoluta del Presidente de la república,
de manera que antes de hacer más ruido del que se ya se ha producido con
el anuncio, lo más conveniente es concentrarnos en las elecciones
regionales del próximo 16 de Diciembre y ganar. Sin embargo, la
oportunidad para la reconciliación nacional se presenta, y vale la pena
aprovecharla porque ya son muchos los venezolanos afectados por la
división absurda que ha golpeado a nuestra gente a lo largo de todos
estos años.
Claro
está, la libertad y la democracia no se negocian ni se miden en
porcentajes, hay o no hay libertad o democracia. No existe una fórmula
que permita a una sociedad ser comunista y democrática al mismo tiempo;
sin embargo, siempre hay gente dispuesta a ceder por el bien de todos y
la sensatez aparece si trabajamos en esa dirección. Es posible y debemos
apostar a ello.
La
reconciliación nacional es vital para encontrar salidas a la grave
crisis que atraviesa nuestro país. La reconciliación nacional no puede
ser una consigna política o el cierre de un buen discurso. No se trata
de sacarle el cuerpo a la confrontación, ya ha habido mucha y los
resultados han sido espantosos. Sin discusión, vienen tiempos de cambios
en el país y lo mejor es encontrar fórmulas de entendimiento para la
convivencia y trabajar sobre los puntos de encuentros y no en los
desencuentros; y nos toca a todos trabajar por un nuevo contrato social
que permita ver un futuro de paz y democracia.
Lamentablemente,
en Venezuela se metió el virus del socialismo y lo hemos pagado muy
caro; pero se ha podido frenar haciendo un gran esfuerzo democrático y
eso se debe reconocer y nos debe animar a mantener la lucha para evitar
que el cáncer haga metástasis. Es realmente posible lograrlo y se debe
estar alerta para ver y escuchar aquellas señales que llegan del otro
lado en busca de algún entendimiento.
Definitivamente,
llegó el momento de cambiar paradigmas; de lado y lado se han hecho
esfuerzos para evitar una confrontación definitiva; el gobierno tiene el
poder y debe enviar señales de rectificación, empezando por resolver la
situación de los presos políticos, exiliados y perseguidos; de nuestra
parte, también nos toca enviar señales de encuentro.
La
reconciliación nacional debe ser una acción sincera, de humildad,
desprendimiento y de compromiso entre todos los sectores de la sociedad
venezolana, para sustituir el actual estado de división y pasar al
diálogo, al entendimiento y a la democracia.
Quien tenga oídos para oír, que oiga.
Secretario Nacional de Organización de COPEI

@HebertoDiazO

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