domingo, 28 de junio de 2009

POSICIÓN OFICIAL DEL PARTIDO DEMÓCRATA CRISTIANO DE HONDURAS

PARTIDO DEMOCRATA CRISTIANO DE HONDURAS (PDCH)
Col. San Carlos, atrás de los Castaños, casa No. 204, 2da. Ave. Tegucigalpa, M.D.C., Honduras, C. A.
Teléfonos: (504) 236-5520 y 236-9941, Fax 236-5969
E-mail. pdch@md.hn

Manifiesto Público

El Partido Demócrata Cristiano de Honduras “PDCH” fiel a los principios que orientan nuestro quehacer político, basados en el respeto a la dignidad humana, la primacía del bien común, la libertad y la participación democrática inherentes al pueblo hondureño y en función del amor a nuestra patria Honduras y a la Constitución de la República.

DENUNCIAMOS

  1. Que a los hondureños y hondureñas se nos quiere imponer por parte del Presidente de la República, José Manuel Zelaya Rosales y su equipo de hombres y mujeres que le acompañan, una especie de sistema político basado en un populismo demagógico y en la sistematización de la mentira y el engaño cuyo fin único es la instauración de un sistema de dictadura, comenzando por la destrucción de las instituciones del Estado de Derecho, la gobernabilidad democrática y el marco constitucional actual, para perpetuarse en el poder utilizando los recursos económicos
    y logísticos. Los asesinos de ayer son los gobernantes de hoy.
  2. Que el actual gobierno ha visto con desidia, los ingentes problemas que tienen al pueblo hondureño sumido en la crisis actual tales como: la corrupción, el narcotráfico, crimen organizado, agudización de la violencia, sistemas de salud y educación colapsados, índice de desempleo creciente, falta de previsión y atención a los resultados de los desastres naturales ocurridos.
  3. Que el actual gobierno, pasa desapercibida la crisis económica mundial; para MEL ZELAYA y su equipo Honduras no tiene crisis, por ello ha hecho caso omiso a la demanda del pueblo sobre la urgente necesidad de crear y ejecutar un plan anti-crisis consensuado con los distintos sectores sociales, económicos y políticos, propuesto por nuestro Candidato Presidencial Felicito Ávila. Para el gobernante la prioridad es la campaña para instalar una cuarta urna, cuyo único propósito es romper el orden constitucional. DC
  4. Condenamos la manipulación y obligatoriedad impuesta a los empleados públicos para promover y responder a un trabajo sucio respecto a la “Encuesta de Opinión” que promueve el gobernante de turno y su grupo, cuyo fin es el continuismo en el poder; para tal fin alertamos a los dirigentes de las organizaciones sociales y al pueblo en general a no caer en esa trampa maligna del que antes juro ante el altar de la patria “SER FIEL A LA CONSTITUCION, CUMPLIR Y HACER CUMPLIR LAS LEYES.”
  5. Los Demócratas Cristianos creemos en el dialogo, la concertación y la participación democrática de todos los sectores de la sociedad, como medios civilizados para resolver los problemas que nos plantea la crisis, pues los fundamentos de la Constitución de la República y sus leyes tiene los asideros legales para concretarlos; solo es cuestión de voluntad política y de evidenciar la vocación de amor a Honduras. Principios estos que son ignorados por el actual gobierno; el desarrollo integral del País pasa por la atención a las personas, la familia y el fortalecimiento de las Instituciones del Estado.
  6. La defensa de la Constitución, la libertad y la democracia es deber de los hondureños y hondureñas.
  7. Nadie debe obediencia a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas, o usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que la Constitución de la República y sus leyes establecen.

Los actos verificados por tales autoridades son nulos.

El pueblo tiene derecho a recurrir a la insurrección en defensa del
orden constitucional (Art. 3 de la Constitución de la República de
Honduras).

Dado en Tegucigalpa M.D.C. a los veinte y tres días del mes de junio del dos mil nueve.

DIRECTORIO NACIONAL PDCH

----

http://www.pdch.hn/index.php?option=com_content&task=view&id=45&Itemid=1

EDITORIAL - Hace 34 años y todavia duele..!
DC

Los hondureños que han nacido después del 25 de junio de 1975 nada saben de lo que pasó hace 34 años en Olancho, excepto quienes haya tenido la oportunidad de leer algo al respeto. En cambio quienes vivieron directa o indirectamente aquellos hechos no los olvidarán jamás. Dos sacerdotes, dos señoritas y nueve dirigentes campesinos perdieron la vida en el asalto de que fue víctima el Centro de Capacitación Santa Clara por civiles y militares, mientras algunos de ellos fueron capturados, muertos y lanzados a un pozo de malacate en la hacienda de don Manuel Zelaya.

La Encíclica el Progreso de los Pueblos del Papa Pablo VI de 1967 y los documentos de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano que se realizó en 1968 en Medellín habían urgido a la Iglesia, jerarquía y pueblo de Dios, a comprometerse en los procesos de cambio que reclamaba la realidad latinoamericana. Lamentablemente, en el marco de las tensiones de la Guerra Fría, los militares habían sido entrenados para interpretar toda denuncia y toda acción a favor de la justicia como promovida por el comunismo en contra de la llamada civilización occidental y cristiana.

Fue la paranoia anticomunista la que llevó a los militares encabezados en Olancho por el Coronel Chinchilla a creer lo que les decían los terratenientes en el sentido de que el Centro Santa Clara era un lugar de entrenamiento guerrillero y un almacén de armas y municiones. En realidad era la sede de una cooperativa y un centro donde se enseñaba la doctrina social de la Iglesia a grupos campesinos para la formación de un liderazgo capaz de mejorar las condiciones de vida en el campo.

El resultado inmediato fue lo que ya dijimos al principio de esta nota. Los efectos a largo plazo fueron menos visibles, menos conmovedores, pero igualmente lamentables. Se desató en los años siguientes una fuerte presión sobre la jerarquía de la Iglesia y persecución contra los líderes de base de todos los movimientos sociales que al final terminó desarticulando un movimiento que si se hubiera dejado avanzar hubiera producido grandes frutos en lo que muchos años después se llamó estrategia de combate a la pobreza cuyos dudosos resultados están a la vida, porque nuevamente es verdad que para promover el bienestar no hay que regalar pescado, sino enseñar a pescar.

¿Qué dirán en el cielo las víctimas del Santa Clara y de la hacienda los Horcones ahora que la lucha sana y santa por la cual dieron la vida sirve de pretexto para promover la cuarta urna? ¿Qué dirán ahora al ver que quienes vivieron de la explotación del bosque se erigen en campeones de la defensa del medio ambiente? Seguramente reirán al ver que se predica una revolución mentirosa desde el poder cuando nadie conoció esos afanes revoluciones en junio de 1975. La DC no olvida, porque todavía duele.

La Masacre de los Horcones

1 comentario:

  1. O sea que hablando claro, Zelaya queria erigirse en Honduras como Chevez en Venezuela, y es que con el afan de querer insturar el Socialismo cubano en America Latina, esos loco del Alba, hacen lo que sea.El lenguaje de Chavez, es el lenguaje desgatado de Fidel.Al Socialismo hay que darle un parao, y la mejor Ideologia politica para enfrentarlos es la Democracia Cristiana.Gracias micheletti por salva a Honduras, tu pueblo de las Misiones Cubanas y del Socialismo Cubano.No le hagan caso al loco de chavez, el esta confundido.

    ResponderEliminar

Mesa Unitaria Cabimas Zulia's Fan Box

Ecclesia Digital