Wikileaks. Los espías cubanos actúan por libre en Venezuela y despachan con Chávez
Funcionarios de la Embajada de EE UU en Caracas son espiados por un equipo bajo control cubano.- El Ejército parece ser una institución menos 'cubanizada'
 JUAN JESÚS AZNÁREZ 30/11/2010
 El  despliegue de los servicios de  inteligencia cubanos en Venezuela es  tan profundo que disfrutan de  "acceso directo" al presidente Hugo  Chávez y, frecuentemente, le hacen  llegar información no compartida con  los servicios de inteligencia  locales, según indican cables enviados  al Departamento de Estado por su  embajada en Caracas. "Delicados  informes indican que los lazos de  inteligencia entre Cuba y Venezuela  son tan estrechos que sus agencias  parecen rivalizar para conseguir la  atención del gobierno bolivariano",  indica el cable 51158, fechado el  30 de enero de 2006.
 Cuatro años después de ese despacho, el espionaje castrista continúa activo en el seno de la coalición cubano-venezolana, oficialmente nacida en 1999, tras   el primer triunfo electoral de Hugo Chávez. Sus cimientos se remontan a   1994, poco después de que el ex teniente coronel de paracaidistas   saliera de la cárcel tras el fallido cuartelazo de 1992 contra   la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez (1974-79, 1989-93).   Chávez viajó a Cuba para conocer a Fidel Castro, a quien idolatraba, y   allí se fraguó una amistad ideológica y personal, que explica en buena   medida la amplitud de los lazos binacionales.
 La  confianza de Chávez en la pericia de  los agentes de La Habana explica  que la Dirección de Inteligencia  Militar (DIM) y los Servicios de  Inteligencia Bolivarianos (SEBIN),  antigua Dirección de los Servicios  de Inteligencia y Prevención (DISIP),  respondieran a las indicaciones  cubanas durante el desarrollo de  importantes operaciones de  inteligencia, de acuerdo con el cable 246071,  fechado en enero de este  año. También tendrían acceso a las oficinas  migratorias que se ocupan  de documentar y nacionalizar a extranjeros y  controlar su ubicación y  movimientos. Un despacho de la embajada en  Bogotá (231613) refiere la  reunión del entonces canciller colombiano  Mauricio Acero con un  funcionario consular, al que advierte sobre la  fraudulenta obtención de  la nacionalidad colombiana por cientos de  extranjeros. "Acero aventuró  que algunos cubanos (tratarían de  conseguirla) para escapar del  régimen y otros podrían estar utilizando  la nacionalidad colombiana  para ejecutar operaciones de inteligencia  encubiertas".
 El Ejército, menos cubanizado
 El  Ejército parece ser una institución  menos cubanizada pues la oficina  diplomática de Caracas reconoce no  haber recibido informes fiables  sobre una intervención significativa de  los cubanos en el estamento  castrense, salvo en la guardia militar que  acompaña a Hugo Chávez. Pero  la guerra psicológica es tarea propia de  los servicios de  inteligencia. El cable 14737 atribuye a una campaña  propagandística del  Gobierno bolivariano el pronunciado deterioro de la  imagen de Estados  Unidos en Venezuela.
 Si  en época anterior a Chávez era  positiva en el 65% de la muestra, hoy  ha caído hasta "un histórico" 31%.  La embajada pide fondos para  contrarrestar esa campaña con otra que  llegue a los venezolanos de  menores ingresos y destaque los históricos y  mutuamente beneficiosos  lazos entre Venezuela y Estados Unidos. Los  diplomáticos de la embajada  programaron una gira propagandística por  todo el país para  "interactuar" con la gente y tratar de modificar sus  negativas  percepciones y juicios sobre Estados Unidos.
 No  sorprende pues la preponderancia de  la alianza Chávez-Castro en los  informes transmitidos a Washington. "El  impacto de la penetración de  Cuba en los servicios de inteligencia  venezolanos podría afectar  directamente a los intereses de Estados  Unidos, ya que los servicios de  inteligencia venezolanos figuran entre  los más hostiles hacia Estados  Unidos, pero les falta la destreza que  los cubanos pueden aportar",  subraya el consejero político.
 No  siempre ha sido así. La orientación  del trabajo de inteligencia cambió  radicalmente desde la llegada de  Chávez al poder en la nación  petrolera. Durante el arranque de su  Gobierno, la antigua DISIP, la  policía política adscrita al viejo  bipartidismo de Acción Democrática  (AD), socialdemócrata, y COPEI,  democristiano, sufrió fuertes sacudidas  internas y destituciones;  renovada su plantilla, el pasado año pasó a  llamarse SEBIN. Desde  entonces trabaja intensamente en el flanco  político y económico, y al  igual que la CIA corteja a oficialistas y  opositores, la SEBIN escruta a  los grupos antigubernamentales para  infiltrarse en ellos y dividirlos  con la acentuación de las  diferencias, egos y ambiciones detectadas en  su seno.
 Conocimientos valiosos
 Los  conocimientos de la seguridad cubana  en ese campo son muy valiosos  pues lleva medio siglo debilitando y  aislando los planes de la  disidencia en la isla, buena parte penetrada  hasta el tuétano por  falsos opositores al servicio de la policía. Un  despacho desde la  Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana  (194480), oficina  que pide a Washington ayuda urgente para resolver la  vulnerabilidad de  sus comunicaciones telefónicas (245625), dice: "La  Dirección de  Inteligencia y la Dirección de Contrainteligencia del  MININT  (Ministerio del Interior cubano) son servicios muy profesionales y   capaces. Son muy eficaces penetrando en las tramas de la isla y   persiguiendo a las personas que ellos creen pueden ser terroristas. De   hacerse notar que para el Gobierno de Cuba, los grupos de oposición son   terroristas financiados por Estados Unidos".
 Sin  entrar a juzgar la verosimilitud de  la acusación contenida en otro  telegrama, la embajada menciona los  cargos de César Pérez Rivas,  gobernador del Estado de Táchira, contra  los servicios de inteligencia  cubanos por haberle "fabricado" un informe  relacionándole con los  crímenes de los grupos paramilitares  colombianos. El despacho 241522  agrega que los cubanos pueden haber  jugado un papel importante en el  desenlace de las pugnas internas que  desplazaron de sus cargos cercanos  a Chávez a determinados políticos  bolivarianos para dar entrada a  otros.
 Opaco  por definición el mundo del  espionaje, no ha sido posible acotar en  fuentes independientes la  influencia cubana en el núcleo del Gobierno  venezolano, regularmente  frecuentado por la cúspide cubana, a la que  pertenece el comandante  Ramiro Valdés, de 78 años, ministro de  Comunicaciones en La Habana,  fundador del Ministerio del Interior  (MININT) tras el triunfo  revolucionario de 1959. La Embajada no  descarta que el compañero de  Fidel Castro en Sierra Maestra haya  aplicado en Caracas sus amplios  conocimientos sobre la materia.
 El  interés por adentrarse en los  orígenes de la vinculación del jefe de  Gobierno venezolano y su mentor  Fidel Castro condujo a una reunión de  la embajada con Herma Marksman,  pareja sentimental y política de Hugo  Chávez, desde 1984 hasta su  ruptura en 1993, cuando se convirtió en su  adversaria. "Marksman no está  de acuerdo con la imagen que da la  oposición de que Chávez es un  idiota. Dice que es muy decidido y que  confía en muy poca gente", señala  el cable 18574, fechado en 2004.  Aunque la ecuanimidad de Marksman es  puesta en duda, sus juicios son  recogidos como valiosos pues conoció a  Chávez antes de su irrupción en  la política. "Chávez sólo confía en su  hermano Adam, que ella califica  de comunista, y en Fidel Castro".
 Reforzamiento de la seguridad
 La  permanente alerta de Estados Unidos  en Caracas lleva al reforzamiento  de las medidas de seguridad, que son  ejecutadas tras constatarse que  funcionarios de la legación son  espiados, "con medios técnicos y  contactos personales y de otro tipo",  por un equipo de venezolanos bajo  control cubano, se asegura en el cable  246071, fechado el 28 de enero  de este año. El agregado de seguridad  comunica a sus jefes que la  prioridad de esas operaciones son los  opositores, pero que el espionaje  local tiene también la capacidad y la  voluntad de controlar al  personal de la Embajada. A reglón seguido  calificó los niveles de  amenaza de espionaje detectados de "críticos",  muy altos: cuatro en una  escala de seis. No parece gratuita la llamada  de atención, puesto que  en un acto público, Chávez leyó párrafos de los  correos electrónicos  intercambiados entre el agregado naval,  posteriormente expulsado, y sus  contactos. El gobernante dijo que estaba  tratando de "cazar" otros  espías de la embajada.
 Sólo  los funcionarios de nacionalidad  estadounidense autorizados reciben  los móviles Opennet Blackberries y  los ordenadores despachados por el  Departamento de Estado para  dificultar las incursiones electrónicas.  "En presencia de empleados  locales sólo puede hablarse de información  desclasificada", pidió el  agregado de seguridad. Esos empleados serán  registrados antes de acceder  a determinadas áreas de la sede  diplomática.
 La sucesión de cables confidenciales y secretos certifican la preocupación norteamericana por la presencia en Venezuela de aproximadamente 40.000 cubanos, asignados   a los diferentes ministerios y sectores de la administración local, la   gran mayoría médicos y personal de enfermería. A diario aterrizan en  los  aeropuertos de Caracas, Barcelona y Maracaibo, de tres a cinco  aviones  comerciales y militares procedentes de La Habana aunque "la  embajada no  puede precisar cuántos cubanos viajan en estos vuelos"·
 Y  durante el desarrollo de la mutua  vigilancia, casi de guerra fría, el  oficialismo cubano domiciliado en  Venezuela antagoniza con los 30.000  cubanos anticastristas que residen  en el país del Orinoco, comprometido  con el envío de cerca de 100.000 millones de barriles de crudo a la isla caribeña a cambio de un precio político: médicos, entrenadores deportivos, ingenieros y especialistas.
 El  recuento de los "contactos" citados  en el cable 235985 desglosa la  cifra total en 30.000 médicos y  profesionales de la medicina, 1.400  técnicos agrícolas, 6.000  entrenadores deportivos y 4.000 profesionales  enrolados en las áreas de  educación, la industria, las comunicaciones y  la cultura.
 Paralelamente,  dirigen terminales de  carga y proyectos relacionados con los  hidrocarburos y la importación y  exportación de mercancías a través de  una maraña de empresas mixtas.  Pero "mientras el impacto económico de  los cubanos que trabajan en  Venezuela puede ser limitado, sus servicios  de inteligencia tienen mucho  que ofrecer a los hostiles servicios de  inteligencia venezolanos".
 
 
 






 
 
 

 
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