Durante su última aparición pública el miércoles 30 de mayo 2012, en antipapa Benedicto XVI pidió a dos monjes budistas que se unieran a él en el podio central en la Plaza de San Pedro (foto derecha). Allílos recibió efusivamente con un cálido apretón de manos. Esta exhibición pública claramente es un medio para prestigiar a esta religión falsa, panteísta y diabólica,además de trasmitir el mensaje implícito de que los católicos pueden acoger de la misma manera al budismo o cualquier otra religión pagana.
Con este gesto, Benedicto XVI continua manteniendo los 40 años de “tradición” de la Iglesia conciliar. Es así que ―para dar apenas un ejemplo de esta “tradición” entre los incontables que se podrían citar― el 22 de marzo de 1972, Pablo VI recibió en el Vaticano, al gurú budista Sri Chinmoy (foto izquierda), también dándole un cálido apretón de manos.
En esa ocasión Paulo VI le dijo Chinmoy:“Su mensaje y el mío son el mismo. Cuando dejemos este mundo, usted y yo, nos encontraremos”.
Puesto que ambos ya han muerto, esta predicción de Paulo VI ya se tiene que haber cumplido. Todo católico verdadero puede concluir con certeza que ambos se deben haber encontrado en un lugar muy diferente del cielo o del purgatorio, un lugar donde hace muuuchoooo calor….
Para los católicos que les pueda fallar un poco la memoria, he aquí algunos pronunciamientos magisteriales y de la Escritura que vale la pena recordar:
Papa San Gregorio Magno, 590-604: “La santa Iglesia universal enseña que no es posible adorar verdaderamente a Dios excepto en ella, y asevera que todos los que están fuera de ella no serán salvos”.
Papa Pío XI, encíclica Mortalium animos, # 2, 6 de enero de 1928: “…en la falsa opinión de los que piensan que todas las religiones son, con poca diferencia, buenas y laudables,… Cuantos sustentan esta opinión, no sólo yerran y se engañan, sino también rechazan la verdadera religión…”.
Papa Gregorio XVI, encíclica Mirari vos, # 13, 15 de agosto de 1832: “… entiendan, por lo tanto, los que piensan que por todas partes se va al puerto de salvación, que, según la sentencia del Salvador, ‘están ellos contra Cristo, pues no están con Cristo’, (Lc. 11, 23) y que los que no recolectan con Cristo, esparcen miserablemente, por lo cual es ‘indudable que perecerán eternamente los que no tengan fe católica y no la guarden íntegra y sin mancha’ (Credo Atanasiano)”.
Papa Pío IX, encíclica Qui pluribus, # 15, 9 de noviembre de 1846: “Tal es el sistema perverso y opuesto a la luz natural de la razón que propugna la indiferencia en materia de religión, con el cual estos inveterados enemigos de la religión, quitando todo discrimen entre la virtud y el vicio, entre la verdad y el error, entre la honestidad y vileza, aseguran que en cualquier religión se puede conseguir la salvación eterna, como si alguna vez pudieran entrar en consorcio la justicia con la iniquidad, la luz con las tinieblas, Cristo con Belial”.
Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, Cantate Domino, 1441, ex cátedra: “[La Santa Iglesia romana] firmemente cree, profesa y predica que nadie que no esté dentro de la Iglesia católica, no sólo los paganos, sino también judíos o herejes y cismáticos, puede hacerse partícipe de la vida eterna, sino que irá al fuego eterno que está aparejado para el diablo y sus ángeles (Mat. 25, 41), a no ser que antes de su muerte se uniere con ella…”.
Papa Pío XI, Ad salutem, #27, 20 de abril de 1930: “… toda compulsión y locura, todo ultraje y lujuria, son introducidos en la vida del hombre por los demonios a través de la adoración de dioses falsos”.
La Sagrada Escritura también nos enseña:
Salmo 95, 5: “Todos los dioses de los gentiles son demonios…”.
1 Cor. 1, 20: “Antes bien, digo que lo que sacrifican los gentiles, a los demonios y no a Dios lo sacrifican. Y no quiero yo que vosotros tengáis parte con los demonios”.
"Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del anticristo" (Nuestra Señora de la Salette, Francia, 1846).
Fuente: TIA
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