Así lo creo…
INTENTO DE REFLEXIÓN
Jesús Alberto Barrios R.
Escribimos estas líneas orientados a contribuir a crear un ambiente de fe y esperanza en Venezuela. Es un intento de reflexión en momentos muy difíciles para el país. El cambio profundo que nuestra realidad está reclamando y el proceso de meditación refleja un rayo luminoso de confianza que los acontecimientos le han impuesto al liderazgo nacional de la oposición. Lo que quiere la mayoría en Venezuela es que la UNIDAD se encamine hacia la construcción de su real acción de poder. El hecho evidente ante nuestros ojos es que los venezolanos queremos un cambio y ha llegado el tiempo para el cambio. Tiempo para un Referendo Revocatorio y salir de Maduro por la vía constitucional y electoral. Es importante asumir una propuesta para reorientar el Estado hacia su función de gerente del Bien Común, que interviene para proteger a todos los venezolanos, para corregir injusticias y defender la dignidad del ser humano, principalmente para ayudar a los débiles. Es decir, llenar de contenido el concepto de cambio que se propone. De nada sirve pronunciar discursos, desbocarse en la confrontación y competir en los medios de comunicación si hay ausencia de mensaje. O peor aún, si no está clara la estrategia con un plan coherente con destino seguro, con propuestas claras, con voluntad decidida y con espíritu amplio para sumar el esfuerzo de todos. Por eso es la oportunidad para la reflexión, para el gran entendimiento. No podrán acallar el sentimiento democrático, pacífico y moral de los venezolanos. Jamás este pueblo caerá en las sombras del comunismo y se demostró en las jornadas victoriosas del 6 de diciembre y en la validación de firmas. La forma como el gobierno a través del CNE manejó la situación fue desproporcionada y bochornosa. Maduro y las señoras del CNE siguieron al pié de la letra las líneas trazadas por el grupo cubano de asesores en materia electoral y de seguridad, propio de los regímenes totalitarios, en este caso específico: el guión cubano. La forma como el gobierno permea el discurso es asombrosa, en la que la descalificación, el insulto, el chantaje, cobra fruto con la manipulación del lenguaje. Llama al diálogo y hace la guerra. El diálogo es una manera de ganar tiempo cuando está entre la espada y la pared. Sigue con su política de confrontación mientras el país está sumido en la crisis humanitaria. Por eso no podrán detener la enorme fuerza del cambio, hay motivos para el optimismo y la oportunidad para un intento de reflexión.
twitter/instagram: @jesusalbertob
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