La Oración a San Miguel del Papa León XIII –
La Oración a San Miguel Arcángel del Papa León XIII es profética.
Compuesta hace más de cien años, es una oración muy interesante y controversial relacionada con la situación actual en que se encuentra la verdadera Iglesia Católica. Esta Oración a San Miguel fue posteriormente suprimida. El 25 de septiembre de 1888, después de su Misa de la mañana, el pontífice sufrió un desmayo. Los asistentes pensaron que estaba muerto. Después de recuperar la conciencia, el Papa describió una espantosa conversación que él escuchó que procedía de cerca del tabernáculo. La conversación se componía de dos voces; voces que el Papa León XIII claramente identificó eran las de Jesucristo y del diablo. El diablo se jactaba de que podía destruir la Iglesia, si se le concedían 75 años para llevar a cabo su plan (o 100 años según otros informes). El diablo también pidió permiso para tener “una mayor influencia sobre aquellos que se entregaran a mi servicio”. A las peticiones del diablo, el Señor le respondió: “se te dará el tiempo y el poder”.
Profundamente impactado por lo que había oído, el Papa León XIII, compuso la siguiente Oración a San Miguel (que también es una profecía) y ordenó que se recitara después de las misas ordinarias [no dominicales] como medida de protección para la Iglesia contra los ataques del infierno. Lo que sigue es la oración (note especialmente las partes en negrita), seguida de algunos comentarios nuestros. Esta oración está tomada de La Raccolta, 1930, edición inglesa, Benzinger Bros., pp. 314-315. La Raccolta es una colección con imprimátur de oraciones oficiales indulgenciadas.
La Oración Original:
(León XIII, 18 de mayo de 1890; Acta Apostolicae Sedis, p. 743)
“¡Oh glorioso príncipe de la milicia celestial, San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate y en la terrible lucha contra los principados y las potestades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas, contra los espíritus malignos esparcidos por los aires (Ef. 6)! Ven en auxilio de los 7 La profecía del Papa León XIII sobre la futura apostasía de Roma hombres que Dios ha creado inmortales, hechos a su imagen y semejanza y rescató con gran precio de la tiranía del demonio (Sab. 2; I Cor. 6).
”Combate en este día, con el ejército de los santos ángeles, el combate del Señor como en otro tiempo combatiste contra Lucifer, jefe de los orgullosos, y contra los ángeles apóstatas que fueron impotentes de resistirte y para quienes nunca más hubo lugar en el cielo.
”Sí, ese gran dragón, esa antigua serpiente que se llama demonio y Satanás, que seduce al mundo entero, fue precipitado con sus ángeles al fondo del abismo (Apoc. 12). Pero he aquí que ese antiguo enemigo, este antiguo homicida, ha levantado ferozmente la cabeza. Disfrazado como ángel de luz y seguido de toda la turba de espíritus malignos, recorre el mundo entero para apoderarse de él y desterrar el nombre de Dios y de su Cristo, para hundir, matar y entregar a la perdición eterna a las almas destinadas a la eterna corona de gloria. Sobre los hombres de espíritu perverso y de corazón corrupto, este dragón malvado derrama también, como un torrente de fango impuro, el veneno de su malicia infernal, es decir, el espíritu de mentira, de impiedad, de blasfemia y el soplo envenenado de la impudicia, de los vicios y de todas las abominaciones.
”Los enemigos llenos de astucia han colmado de oprobios y amarguras a la Iglesia, esposa del Cordero inmaculado y le han dado de beber ajenjo, y sobre sus bienes más sagrados han puesto sus manos criminales para realizar todos sus impíos designios. Allí, en el lugar sagrado donde está constituida la Sede del beatísimo Pedro y Cátedra de la Verdad para iluminar a los pueblos, allí colocaron el trono de la abominación de su impiedad, para que, con el designio inicuo de herir al Pastor, se dispersen las ovejas.
”Te suplicamos pues, oh príncipe invencible; auxilia al pueblo de Dios y dale la victoria contra los ataques de esos espíritus réprobos. Este pueblo te venera como su protector y patrono, y la Iglesia se gloría de tenerte como defensor contra los malignos poderes del infierno. A ti te confió Dios el cuidado de conducir a las almas a la beatitud celestial. ¡Ruega pues al Dios de la paz que ponga bajo nuestros pies a Satanás vencido y de tal manera abatido, que no pueda nunca más mantener a los hombres en la esclavitud ni causar perjuicio a la Iglesia! Presenta nuestras oraciones ante la mirada del Todopoderoso, para que las misericordias del Señor nos alcancen cuanto antes. Somete al dragón, a la antigua serpiente, que es el diablo y Satanás, lánzalo encadenado en el abismo para que no pueda seducir más a las naciones (Apoc. 20). Amén.
”Desde ya confiados con vuestra asistencia y protección, con la sagrada autoridad de la Santa Madre Iglesia, y en nombre de Jesucristo, Dios y Señor nuestro, emprendemos con fe y seguridad repeler a los asaltos de la astucia diabólica.
V/ He aquí la Cruz del Señor, huyan potencias enemigas.
R/ Vence el León de la tribu de Judá, la estirpe de David.
V/ Que tus misericordias, Oh Señor, se realicen sobre nosotros.
R/ Como esperamos de ti.
V/ Señor, escucha mi oración.
R/ Y mi clamor llegue hasta ti.
Oremos.
”Oh Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, invocamos tu santo nombre, e imploramos insistentemente tu clemencia, para que con la intercesión de María inmaculada siempre Virgen, nuestra Madre, y el glorioso San Miguel Arcángel, de San José, esposo de la misma bienaventurada Virgen, de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y de todos los santos, te dignes auxiliarnos contra Satanás y los demás espíritus inmundos que recorren la tierra para dañar al género humano y perder las almas. Amén”. 8 La profecía del Papa León XIII sobre la futura apostasía de Roma
Quien lee esta oración (especialmente la parte en negrita) se dará cuenta que el Papa León XIII parece prever y profetizar la gran apostasía; y señalar que esta apostasía sería dirigida desde Roma: la única Roma que es “el lugar sagrado donde está constituida la Sede del beatísimo Pedro y Cátedra de la Verdad para iluminar a los pueblos”. El Papa León previó que este lugar (la ciudad del Vaticano en Roma), donde fue establecida la Sede de Pedro por el primer Papa, San Pedro mismo, se convertiría en el trono de la abominación de la impiedad de Satanás, “con el designio inicuo de herir al Pastor (el verdadero Papa), se dispersen las ovejas (los fieles católicos)”. Esas son las palabras del Papa León XIII.
El Papa León XIII no estaba profetizando la defección de la Iglesia Católica (lo cual es imposible, ya que las puertas del infierno nunca prevalecerán contra ella [Mat. 16]), ni la defección de la cátedra de Pedro (lo cual también es imposible), él estaba profetizando la implantación de un apóstata, y una falsificación de la Iglesia Católica desde Roma, en la que “el Pastor” (el verdadero Papa) es sustituido por un antipapa usurpador (como ya ha ocurrido en la historia de la Iglesia), con el designio inicuo de “dispersar las ovejas”.
La oración del Papa León también previó que los apóstatas impuros de Satanás han puesto sus manos criminales sobre “sus bienes más sagrados”. ¿Cuáles son sus bienes más sagrados? Los bienes más sagrados son las cosas que Cristo le ha encomendado a la Iglesia, a saber, el depósito de la fe (con todos sus dogmas) y los siete sacramentos instituidos por nuestro Señor Jesucristo mismo. Por lo tanto, la oración del Papa León predijo el intento de la destrucción del depósito de la fe con el Vaticano II y los nuevos ritos sacramentales de la Iglesia conciliar. Ambos son tratados en gran detalle en este libro. Veremos que Paulo VI puso sus manos criminales sobre los siete ritos sacramentales a partir de 1969, produjo una Nueva Misa inválida, un nuevo rito inválido de ordenación, y los gravemente dudosos ritos de la confirmación y la extremaunción, cumpliéndose a la carta la profecía del Papa León.
En 1934, la sorprendente oración del Papa León (citada arriba) fue cambiada sin explicación. La frase crucial refiriéndose a la apostasía de Roma (ese lugar sagrado donde fue constituida la Sede de Pedro que debe iluminar a los pueblos) fue eliminada. Al mismo tiempo, el uso de la Oración a San Miguel del Papa León XIII que se rezaba después de cada Misa fue sustituida por una oración más corta, la ahora famosa abreviada Oración a San Miguel.
La Oración Abreviada:
“San Miguel arcángel, defiéndenos en la batalla; sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes; y tú, príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén”.
No hay nada malo con esta oración a San Miguel, de hecho, es muy buena y eficaz. Sin embargo, el punto es que ya no es la Oración a San Miguel que compuso el Papa León XIII. En la opinión de muchos, la oración corta fue introducida como un sustituto, de modo que los fieles no estuvieran conscientes del increíble contenido de la oración larga, la cual hemos citado párrafos atrás. Si la oración a San Miguel hubiese sido recitada al final de cada Misa rezada y no suprimida en 1934, ¿cuántos millones más habrían resistido cuando se encontraron con el intento de introducir la nueva religión del Vaticano II que es desenmascarada en este libro? ¿Cuántos más hubieran visto, después del Vaticano II, el desmantelamiento sistemático de la fe católica tradicional?
La oración larga a San Miguel del Papa León XIII también está relacionada perfectamente con la famosa aparición y las profecías de Nuestra Señora de la Salette de 1846: “Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del Anticristo… la Iglesia será eclipsada”. Las palabras del Papa León XIII sugieren que el mismo anticristo, o al menos las fuerzas del anticristo, establecerán su sede en Roma: “Allí, 9 La profecía del Papa León XIII sobre la futura apostasía de Roma donde está constituida la Sede del beatísimo Pedro… colocaron el trono de la abominación de su impiedad…”.
RITUAL EXORCISMUS LEON XIII
EXORCISMUS IN SATANAM ET ANGELOS APOSTATICOS J
ussu Leonis Pp. XIII editusActaSanctae Sedis vol. XXIII
Sequens exorcismus recitari potest ab Episcopis, nec non a Sacerdotibus, qui abOrdinariis suis ad id auctoritatem habeant.
In nomine Patris, et Filii, + et Spiritus Sancti. Amen.
Ps. LXVII. Exsurgat Deus et dissipentur inimici ejus: et fugiant qui oderunt eum a facieejus.Sicut deficit fumus, deficiant: sicut fluit cera a facie ignis, sic pereant peccatores a facie Dei
Ps. XXXIV. Judica, Domine, nocentes me: expugna impugnantes me. Confundantur et revereantur quaerentes animam meam. Avertantur retrorsum et confundantur cogitantes mihi mala.Fiat tamquam pulvis ante faciem venti: et angelus Domini coarctans eos.Fiat viae illorum tenebrae, et lubricum: et angelus Domini persequens eos.Quoniam gratis absconderunt mihi interitum laquei sui: supervacue exprobraverunt animam meam.
Veniat illi laqueus quem ignorat; et captio quam anscondit, apprehendat eum: et inlaqueum cadat in ipsum.
AD SANCTUM MICHAËLEM ARCHANGELUM.PRECATIO.
Princeps gloriosissime cælestis militiæ, sancte Michaël Archangele, defende nos in prælioet colluctatione, quæ nobis adversus principes et potestates, adversus mundi rectorestenebrarum harum, contra spiritualia nequitiæ, in cælestibusus. Veni in auxiliumhominum, quos Deus creavit inexterminabiles, et ad imaginem similitudinis suæ fecit, et a tyrannide diaboli emit pretio magno. Præliare hodie cum beatorum Angelorumexercitu prælia Domini, sicut pugnasti contra ducem superbiæ luciferum, et angelos ejusapostaticos: et non valuerunt, neque locus inventus est eorum amplius in coelo. Sed projectus est draco ille magnus, serpens antiquus, qui vocatur diabolus et satanas, quiseducit universum orbem; et projectus est in terram, et angeli ejus cum illo missi sunt.
En antiquus inimicus et homicida vehementer erectus est. Transfiguratus in angelumlucis, cum tota malignorum spirituum caterva late circuit et invadit terram, ut in eadeleat nomen Dei et Christi ejus, animasque ad æternæ gloriæ coronam destinatas furetur, mactet ac perdat in sempiternum interitum. Virus nequitiæ suæ, tamquam flumen immundissimum, draco maleficus transfundit in homines depravatos mente et corruptos corde; spiritum mendacii, impietatis et blasphemiæ; halitumque mortiferumluxuriæ, vitiorum omnium et iniquitatum.
[Ecclesiam, Agni immaculati sponsam, faverrrimi hostes repleverunt amaritudinibus,inebriarunt absinthio; ad omnia desiderabilia ejus impias miserunt manus. Ubi sedesbeatissimi Petri et Cathedra veritatis ad lucem gentium constituta est, ibi thronum posuerunt abominationis et impietatis suæ; ut percusso Pastore, et gregem disperderevaleant.]
Adesto itaque, Dux invictissime, populo Dei contra irrumpentes spirituales nequitias, et fac victoriam. Te custodem et patronum sancta veneratur Ecclesia; te gloriatur defensore adversus terrestrium et infernorum nefarias potestates; tibi tradidit Dominusanimas redemptorum in superna felicitate locandas. Deprecare Deum pacis, ut conterat satanam sub pedibus nostris, ne ultra valeat captivos tenere homines, et Ecclesiæ nocere.Offer nostras preces in conspectu Altissimi, ut cito anticipent nos misericordiæ Domini, et apprehendas draconem, serpentem antiquum, qui est diabolus et satanas, ac ligatummittas in abyssum, ut non seducat amplius gen tes. Hinc tuo confisi præsidio ac tutela,sacri ministerii nostri auctoritate [si fuerit laicus, vel clericus qui ordinem exorcistatusnondum suscepit, dicat: sacra sanctae Matris Ecclesiae auctoritate], ad infestationesdiabolicæ fraudis repellendas in nomine Jesu Christi Dei et Domini nostri fidentes et securi aggredimur.
V. Ecce Crucem Domini, fugite partes adversæ.
R. Vicit Leo de tribu Juda, radix David.
V. Fiat misericordia tua, Domine, super nos.
R. Quemadmodum speravimus in te.
V. Domine, exaudi orationem meam.
R. Et clamor meus ad te veniat.
[si fuerit saltem diaconus subjungatV. Dominus vobiscum.
R. Et cum spiritu tuo.]
Oremus
Deus, et Pater Domini nostri Jesu Christi, invocamus nomen sanctum tuum, et clementiam tuam supplices exposcimus ut, per intercessionem immaculatæ semper Virginis Dei Genitricis Mariæ, beati Michaëlis Archangeli, beati Joseph ejusdem beatæVirginis Sponsi, beatorum Apostolorum Petri et Pauli et omnium Sanctorum, adversussatanam, omnesque alios immundos spiritus, qui ad nocendum humano generianimasque perdendas pervagantur in mundo, nobis auxilium præstare digneris. Per eumdem Christum Dominum nostrum. Amen.EXORCISMVS Exorcizamus te, omnis immundus spiritus, omnis satanica potestas, omnis incursioinfernalis adversarii, omnis legio, omnis congregatio et secta diabolica, in nomine et virtute Domini Nostri Jesu + Christi, eradicare et effugare a Dei Ecclesia, ab animabus ad imaginem Dei conditis ac pretioso divini Agni sanguine redemptis + . Non ultra audeas,serpens callidissime, decipere humanum genus, Dei Ecclesiam persequi, ac Dei electosexcutere et cribrare sicut triticum + . Imperat tibi Deus altissimus + , cui in magna tuasuperbia te similem haberi adhuc præsumis; qui omnes homines vult salvos fieri et ad agnitionem veritaris venire. Imperat tibi Deus Pater + ; imperat tibi Deus Filius + ;imperat tibi Deus Spiritus Sanctus + . Imperat tibi majestas Christi, æternum DeiVerbum, caro factum + , qui pro salute generis nostri tua invidia perditi, humiliavit semetipsum facfus hobediens usque ad mortem; qui Ecclesiam suam ædificavit supra firmam petram, et portas inferi adversus eam nunquam esse prævalituras edixit, cum eaipse permansurus omnibus diebus usque ad consummationem sæculi. Imperat tibisacramentum Crucis + , omniumque christianæ fidei Mysteriorum virtus + . Imperat tibiexcelsa Dei Genitrix Virgo Maria + , quæ superbissimum caput tuum a primo instantiimmaculatæ suæ conceptionis in sua humilitate contrivit. Imperat tibi fides sanctorum Apostolorum Petri et Pauli, et ceterorum Apostolorum + . Imperat tibi Martyrumsanguis, ac pia Sanctorum et Sanctarum omnium intercessio + .Ergo, draco maledicte et omnis legio diabolica, adjuramus te per Deum + vivum, per Deum + verum, per Deum + sanctum, per Deum qui sic dilexit mundum, ut Filium suumunigenitum daret, ut omnes qui credit in eum non pereat, sed habeat vitam æternam:cessa decipere humanas creaturas, eisque æternæ perditionìs venenum propinare:desine Ecclesiæ nocere, et ejus libertati laqueos injicere. Vade, satana, inventor et magister omnis fallaciæ, hostis humanæ salutis. Da locum Christo, in quo nihil invenistide operibus tuis; da locum Ecclesiæ uni, sanctæ, catholicæ, et apostolicæ, quam Christusipse acquisivit sanguine suo. Humiliare sub potenti manu Dei; contremisce et effuge,invocato a nobis sancto et terribili nomine Jesu, quem inferi tremunt, cui Virtutescælorum et Potestates et Dominationes subjectæ sunt; quem Cherubim et Seraphimindefessis vocibus laudant, dicentes: Sanctus, Sanctus, Sanctus Dominus Deus Sabaoth.
V. Domine, exaudi orationem meam.
R. Et clamor meus ad te veniat.[si fuerit saltem diaconus subjungat
V. Dominus vobiscum.
R. Et cum spiritu tuo.]
Oremus.
Deus coeli, Deus terræ, Deus Angelorum, Deus Archangelorum, Deus Patriarcharum,Deus Prophetarum, Deus Apostolorum, Deus Martyrum, Deus Confessorum, DeusVirginum, Deus qui potestatem habes donare vitam post mortem, réquiem post laborem;quia non est Deus præter te, nec esse potest nisi tu creator omnium visibilium et invisibilium, cujus regni non erit fines: humiIiter majestati gloriæ tuæ supplicamus, ut abomni infernalium spirituum potestate, laqueo, deceptione et nequitia nos potenter liberare, et incolumes custodire digneris. Per Christum Dominum nostrum. Amen. Ab insidiis diaboli, libera nos, Domine. Ut Ecclesiam tuam secura tibi facias libertateservire, te rogamus, audi nos. Ut inimicos sanctæ Ecclesiæ humiliare digneris, terogamus audi nos.
Et aspergatur locus aqua benedicta
Que la Virgen los acompañe siempre
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