Por Oswaldo Álvarez Paz
Venezuela no se rendirá. Todo lo contrario. Estos días han estado repletos de acciones directas que reflejan el grado de resistencia existente contra la dictadura comunista. Se trata de resistencia activa, pacífica pero contundente, ajustada tanto al derecho positivo como a los imperativos morales derivados del derecho natural del ciudadano común a mantener en alto su dignidad y luchar abierta e inteligentemente por la libertad y la democracia.
Concluyó exitosamente el foro convocado para conmemorar los 25 años de existencia del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (CEDICE). Con el título EL DESAFÍO LATINOAMERICANO, se reunieron en Caracas algunos de los más importantes intelectuales del mundo hispano. Entre otros Mario y Álvaro Vargas Llosa, Plinio Apuleyo Mendoza, Jorge Castañeda, Enrique Krauze, Joaquín Lavín, Enrique Ghersi, para solo mencionar algunos. Junto a un notable grupo de compatriotas y una masiva asistencia, con claridad y firmeza contribuyeron a reafirmar principios y valores que pueden servir de base a la gran causa que necesitan los venezolanos para unirse en torno a las cosas que de verdad importan: Libertad, democracia, propiedad y combate a la pobreza. Fracasaron tanto las provocaciones oficialistas como las payasadas del propio Chávez y los esbirros activados para sabotear las jornadas. El “arrugue” presidencial con relación al debate, pasará a formar parte de un ridículo histórico que se agiganta. Sentimos el espíritu de Carlos Rangel, pionero de las ideas liberales en Venezuela, tutelando el evento. Sus enseñanzas siguen dando frutos.
Paralelamente, pero en idéntica línea de pensamiento y acción, en defensa de la libertad y la democracia, de la maltrecha legalidad aún teóricamente existente, Globovisión libra una batalla existencial en defensa de sus derechos y, lo que es más importante, del derecho de la gente a recibir información con libertad responsable y plural. Sea cual sea el desenlace, este régimen felón tendrá que rendir cuentas. Eso será más temprano que tarde. Tanto por lo del canal como por la cobarde canallada que significa la injusta arremetida en contra del presidente de la empresa, Guillermo Zuloaga Núñez. Lo hemos dicho muchas veces y lo repetimos ahora con más fuerza que nunca, la forma más perversa de la cobardía es el abuso de poder. Retrata de cuerpo entero tanto a Chávez como a sus colaboradores más inmediatos y a las sumisas cabezas de las otras ramas del poder público que perdieron tanto la autonomía como la dignidad de los cargos que detentan.
Las jornadas de CEDICE y el invalorable testimonio derivado del ejemplo de Globovisión en general y de su presidente en particular, el coraje para resistir con la frente en alto como en su momento lo hicieron RCTV y Marcel Granier, potencian el espíritu de lucha. Nos acercamos al final de la tragedia. Solo pueden mantenerse un poco más apelando a la violencia física e institucional. ¡Basta!
oalvarezpaz@gmail.com Lunes, 1° de junio de 2006
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