Ojo Electoral: Simulacro quedó desvirtuado por factor político
Ignacio Ávalos, directivo de Ojo Electoral, indicó que ayer se produjo una doble violación de las normas, porque en primer lugar, aún la campaña electoral no ha empezado y en segundo, ese tipo de actos, en un evento comicial, no se pueden llevar a cabo.
A pesar de que el simulacro de las elecciones del 26 de septiembre realizado este domingo representaba una demostración importante de la capacidad organizativa y logística del Consejo Nacional Electoral (CNE) de cara al próximo evento comicial, para Ojo Electoral, éste quedó desmeritado al haberse convertido en un "acto político" de uno de los bandos en pugna. Ignacio Ávalos, directivo de la organización, una de las cuatro que fungirán como observadores nacionales en las parlamentarias, afirmó que el simulacro, si bien cumplió su objetivo de ensayar y evaluar la organización electoral, falló a la hora de demostrar que las garantías están totalmente dadas, en vista de que las "manifestaciones políticas" que se hicieron se supone que están prohibidas en días de eventos comiciales. En ese sentido, indicó que el domingo se produjo una doble violación de las normas, porque en primer lugar, aún la campaña electoral no ha empezado (inicia el 25 de agosto) y en segundo, ese tipo de actos, en un evento comicial, no se pueden llevar a cabo. "Me parece lamentable que un hecho que pudo haber sido, de hecho fue muy importante desde el punto de vista organizativo y técnico para que el CNE aceite y lubrique su maquinaria, para que funcionen como Dios manda el día 26, haya sido empañado por un acto político que no tenía sentido", afirmó a El Universal.Enfatizó que el acto fue "desvirtuado" por el factor "político", "lo que le hace temer a uno si el día de la elección esas condiciones políticas se van a controlar o no, porque ayer no se controlaron". El directivo de Ojo Electoral reiteró los señalamientos que en días anteriores han realizado a lo que ha sido la etapa de precampaña que tienen que ver con hechos de proselitismo, propios de campaña, que se han realizado de manera extemporánea. Asimismo, el uso de recursos públicos para hacer propaganda política, en gran medida de parte del Gobierno central y en menor magnitud por parte de algunas alcaldías y funcionarios no partidarios del oficialismo. Observación con menos importancia Al ser consultado respecto a las condiciones establecidas por el CNE para las organizaciones que vendrán para ser "acompañantes" del proceso electoral del 26 de septiembre, Ávalos recalcó que Ojo Electoral, como organismo dedicado a la observación de eventos comiciales se maneja bajo el principio de que unas elecciones "mientras más vistas, más observadas, y con más contraloría social, mejores serán". A su juicio, constituye una "mala señal" el que se pongan limitaciones a la observación y es algo que "genera suspicacia". "Al final es calificar una evaluación y darle como menos cobertura, menos peso, me parece que no es la observación debida, con todos los derechos, con toda la propiedad, sino que es una observación disminuida, no tiene todas las posibilidades, la potestad que tiene por ejemplo Ojo Electoral. Es como una observación menos importante", expresó. Subrayó que una de las características que define una observación electoral idónea es la capacidad que tenga el veedor de manifestar lo observado. "Que tu observes y digas esto estuvo bien, esto estuvo regular y esto estuvo mal".
A pesar de que el simulacro de las elecciones del 26 de septiembre realizado este domingo representaba una demostración importante de la capacidad organizativa y logística del Consejo Nacional Electoral (CNE) de cara al próximo evento comicial, para Ojo Electoral, éste quedó desmeritado al haberse convertido en un "acto político" de uno de los bandos en pugna. Ignacio Ávalos, directivo de la organización, una de las cuatro que fungirán como observadores nacionales en las parlamentarias, afirmó que el simulacro, si bien cumplió su objetivo de ensayar y evaluar la organización electoral, falló a la hora de demostrar que las garantías están totalmente dadas, en vista de que las "manifestaciones políticas" que se hicieron se supone que están prohibidas en días de eventos comiciales. En ese sentido, indicó que el domingo se produjo una doble violación de las normas, porque en primer lugar, aún la campaña electoral no ha empezado (inicia el 25 de agosto) y en segundo, ese tipo de actos, en un evento comicial, no se pueden llevar a cabo. "Me parece lamentable que un hecho que pudo haber sido, de hecho fue muy importante desde el punto de vista organizativo y técnico para que el CNE aceite y lubrique su maquinaria, para que funcionen como Dios manda el día 26, haya sido empañado por un acto político que no tenía sentido", afirmó a El Universal.Enfatizó que el acto fue "desvirtuado" por el factor "político", "lo que le hace temer a uno si el día de la elección esas condiciones políticas se van a controlar o no, porque ayer no se controlaron". El directivo de Ojo Electoral reiteró los señalamientos que en días anteriores han realizado a lo que ha sido la etapa de precampaña que tienen que ver con hechos de proselitismo, propios de campaña, que se han realizado de manera extemporánea. Asimismo, el uso de recursos públicos para hacer propaganda política, en gran medida de parte del Gobierno central y en menor magnitud por parte de algunas alcaldías y funcionarios no partidarios del oficialismo. Observación con menos importancia Al ser consultado respecto a las condiciones establecidas por el CNE para las organizaciones que vendrán para ser "acompañantes" del proceso electoral del 26 de septiembre, Ávalos recalcó que Ojo Electoral, como organismo dedicado a la observación de eventos comiciales se maneja bajo el principio de que unas elecciones "mientras más vistas, más observadas, y con más contraloría social, mejores serán". A su juicio, constituye una "mala señal" el que se pongan limitaciones a la observación y es algo que "genera suspicacia". "Al final es calificar una evaluación y darle como menos cobertura, menos peso, me parece que no es la observación debida, con todos los derechos, con toda la propiedad, sino que es una observación disminuida, no tiene todas las posibilidades, la potestad que tiene por ejemplo Ojo Electoral. Es como una observación menos importante", expresó. Subrayó que una de las características que define una observación electoral idónea es la capacidad que tenga el veedor de manifestar lo observado. "Que tu observes y digas esto estuvo bien, esto estuvo regular y esto estuvo mal".
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