No obstante hubo un texto que ha circulado por medios tradicionalistas desde 1963.
Aquí está, por decir así, como apareció en el periódico de Alemania “Neues
Europa” el 15 de Octubre de 1963, antes que fuera circulado ampliamente en
Francia por los amigos del Padre Boyer, sin ninguna refutación hecha en su contra.
El texto es presumido ser de un extracto del auténtico mensaje dado por la Madre de
Dios a Lucía el trece de Octubre de 1917, después de la manifestación del milagro
del sol en Fátima. El Medio Informativo Católico continúa envuelto en las tinieblas.
“No te inquietes querida niña, soy Yo, la Madre de Dios, hablándote y pidiéndote que
proclames en Mi Nombre, el siguiente mensaje al mundo entero; cuando lo hagas, hallarás oposición,
sé firme en tu Fe siempre y triunfarás sobre toda la oposición, escucha y recuerda bien lo
que te voy a decir:
“Los hombres deben ser convertidos, deben implorar perdón por los pecados que han cometido
y por los que cometerán en el futuro. Has pedido una señal por la cual todos entenderán
mis palabras dadas a la humanidad por medio tuyo. Este milagro lo has visto en este mismo momento.
¡Fue el grandioso milagro del sol! Todos lo han visto, creyentes y no creyentes, rancheros
y del pueblo, periodistas, estudiantes, laicos y sacerdotes. Y ahora, proclama en mi nombre:
“Un gran castigo vendrá sobre toda la raza humana, no hoy todavía, ni aún mañana, pero
en la segunda mitad del siglo veinte. Lo que he dejado dicho en La Salette por los niños Melanina
y Maximino, te lo repito hoy a ti. La humanidad no ha cambiado como Dios esperaba, ha pecado
y pisoteado el regalo que ha recibido. No hay orden en ningún lugar, Satanás reina hasta en
las posiciones más altas y determina las direcciones de las cosas. Él logrará minscuirse, deslizándose
hasta lo más alto de la Iglesia. Él triunfará en seducir las mentes de los grandes escolares
quienes inventarán armamentos, con la que la mitad de la humanidad puede ser destruida en
segundos. Él tendrá a los hombres poderosos bajo su influencia y los inducirá a producir una
grandiosa cantidad de armas. Si la humanidad no se enmienda, me veré forzada a dejar ir la mano
de Mi Hijo. Si el poderoso de la tierra y de la Iglesia no se opone a esto, yo misma me opondré
y le pediré a Dios, mi Padre, que permita que venga sobre el hombre el castigo de Su justicia.
Entonces sucederá que Dios castigará al hombre, más severamente de lo que Él hizo en el diluvio,
y el fuerte y el poderoso perecerán juntos con el humilde y débil.
“Pero esto será tiempo de prueba para la Iglesia. Cardenales se opondrán a Cardenales.
Obispos se opondrán a Obispos. Satán caminará en sus rangos. En Roma, habrá grandes cambios.
Lo que esté corrompido se caerá y lo que se caiga nunca se levantará otra vez. Las tinieblas
envolverán la Iglesia y el mundo será lanzado en un pánico.
“La gran, gran guerra vendrá en la segunda mitad del siglo veinte. Fuego y humo bajará
del cielo y las aguas del océano se tornarán en vapor; su forma, será una explosión hacia los cielos
y todo lo que está erigido se derrumbará. Millones de millones de hombres perecerán hora
tras hora y aquellos que sobrevivan envidiarán a aquellos que habrán perecido. Alrededor y por
todos lados, habrá angustia y miseria por todos los lados del mundo, y ruinas en cada país.
¡Mira! El tiempo está siendo corto y más corto, el abismo se está haciendo ancho y no tiene salida;
el justo perecerá con los malos, el poderoso con el humilde, los príncipes de la Iglesia con los
fieles, los soberanos del mundo con su pueblo; por doquiera la muerte regirá y triunfará, por culpa
del hombre insensato y de los partidarios de Satán, quien entonces sólo regirá el mundo.
“Habrá el tiempo en que no gobernante, ni emperador, ni cardenal, ni obispo esperarán,
no obstante, vendrá a castigar y vengar, de acuerdo a los designios de mi Padre. Luego, sin embargo,
mientras ésos que sobrevivan estén con vida, Dios y Su Gloria nuevamente serán proclamados;
Dios será nuevamente servido como en los viejos tiempos cuando el mundo no estaba
tan corrupto. ¡Yo llamo a todos los verdaderos discípulos de mi Hijo, Jesús Cristo, todos los
verdaderos Cristianos y los Apóstoles de los últimos días! El tiempo de los tiempos vendrá y el
fin de los fines, si la humanidad no es convertida y si esta conversión no viene de arriba, de
aquellos que guían el mundo y la Iglesia. Pero infortunio, aflicción para la humanidad si no es
convertida, si esta conversión no está cerca y si todas las cosas permanecen como están ahora o
se ponen peor. Anda mi niña y proclámalo. Yo estaré siempre a tu lado y te asistiré".
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