intelectualillos caras humillantes de Dios, la Revelación y la Iglesia. |
´´...Todos sabemos quién fue Voltaire: el peor enemigo que tuvo el cristianismo en aquel siglo XVIII, en el que tantos tuvo y tan crueles. Con los años crecía su odio al cristianismo y a la Iglesia. Era en él una obsesión. Cada noche creía haber aplastado a la infame y cada mañana sentía la necesidad de volver a empezar: el Evangelio sólo había traído desgracias a la Tierra.........con la copia de la profesión de fe de M. Voltaire.
Literalmente dice así: Yo, el que suscribe, declaro que habiendo padecido un vómito de sangre hace cuatro días, a la edad de ochenta y cuatro años y no habiendo podido ir a la iglesia, el párroco de San Sulpicio ha querido añadir a sus buenas obras la de enviarme a M. Gautier, sacerdote. Yo me he confesado con él y, si Dios dispone de mí, muero en la santa religión católica en la que he nacido esperando de la misericordia divina que se dignará perdonar todas mis faltas, y que si he escandalizado a la Iglesia, pido perdón a Dios y a ella. Firmado: Voltaire, el 2 de marzo de 1778 en la casa del marqués de Villete, en presencia del señor abate Mignot,.....´´ EXTR. HAZTEOIR.COM
Azaña ante el crucifijo: ¡Jesús, piedad y misericordia! Escribe también monseñor Théas: «Deseando conocer los sentimientos íntimos del enfermo, le presenté un día el Crucifijo. Sus grandes ojos abiertos, enseguida humedecidos por las lágrimas, se fijaron largo rato en Cristo crucificado. Seguidamente lo cogió de mis manos, lo acercó a sus labios, besándolo amorosamente por tres veces y exclamando cada vez: ¡Jesús, piedad y misericordia! Este hombre tenía fe. Su primera educación cristiana no había sido inútil. Después de errores, olvidos y persecuciones, la fe de su infancia y juventud informaba de nuevo la conducta de los últimos días de su vida».
Confesión de Azaña. Llegamos al punto culminante, el de su confesión. El obispo lo dice veladamente, pero se deduce con claridad: «A esta pregunta: ¿Desea usted el perdón de sus pecados?, respondió: Sí». En 1952, el obispo es plenamente explícito: «Recibió con plena lucidez el sacramento de la Penitencia, que yo mismo le administré».
Pero monseñor Théas no le pudo administrar la Eucaristía: «Cuando hablé a los que le rodeaban de la administración de la Comunión, en forma de Viático, me fue denegado con estas palabras: ¡Eso le impresionaría! Mi insistencia no tuvo resultado».
Pero Azaña recibió la Extremaunción y la indulgencia plenaria, y murió con sus manos entre las del obispo. EN RELIGIONENLIBERTAD.COM
Vegueta grancanaria está llena de masones pululantes, residentes y ejercientes. |
Enrique Tierno Galván en su lecho de muerte pidió un sacerdote para la extremaunción. Carlos Solchaga y otros prebostes socialistas-masones (Peces Barba p.e.) en la puerta prohibieron su entrada. Tierno no era anti-cristiano y siempre respetó el crucifijo pero estaba en un partido marxista.
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´´...no todo el que diga Señor, Señor... ´´.
Solo Dios sabe si el arrepentimiento de este hombre era total, en cuyo caso fue directo a la Gloria o imperfecto llevado por el miedo al fín de su vida, en cuyo caso no se condena porque no rechaza a Dios, pero quizás pudiera tener purgatorio si el arrepentimiento no es total. Eso lo sabe sólo Dios.
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Bastardos como éste y otros ladradores similares, como Miterrand, Gramsci, y tantos otros porculeadores, parece que se fueron en la paz de Dios, aunque aquí abajo llenaron todo de tanta mierda como pudieron.
Y es que Dios ya tiene declarado que ante Él se doblará toda rodilla, y estos machotes masones y anti-Íglesia, llegado el momento de la muerte, parece que comprendieron la futilidad de sus acciones.
En fin, Dios sabrá.
EN FORO RELIGIONENLIBERTAD.COM
POR MUY ALTO QUE SE CREAN Y HAYAN PRESUMIDO, LES LLEGARÁ SU HORA! |
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