Pienso que es particularmente significativo que haya sido un columnista de The Guardian quien haya roto la “impunidad” de que gozan algunos medios a la hora de informar sobre Benedicto XVI. El periodista Andrew Brown critica en su blog (traducción española) el modo en que la agencia Reuters presentó el discurso del Papa al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, del pasado 9 de enero. El titulo de la noticia distribuida por la agencia y reproducida en todo el mundo decía: “El matrimonio gay, una amenaza para el futuro de la humanidad: Papa”. Brown repasa el discurso de Benedicto XVI y muestra que esa afirmación no existe; incluso señala otros puntos del discurso que en su opinión merecían un buen titular.
De no haber sido por Brown –que no es católico, no es precisamente cariñoso con el Vaticano y escribe en un medio situado a la izquierda del espectro político- la crítica a Reuters se hubiera interpretado como un simple pataleo católico. Y eso a pesar de que en el mismo texto de Reuters ya está cojo, pues no se menciona ninguna frase del discurso del Papa que pueda respaldar la afirmación del titular, lo que a un ojo medianamente crítico manifiesta que se trata de harina del redactor.
Conozco al autor de la noticia y sé que no es un ignorante. Desde mi punto de vista, lo que está ocurriendo desde hace años es que las mismas agencias de noticias (sin duda, Reuters) parecen cada vez más preocupadas por la “confección” de la noticia que por transmitir honestamente lo que ha ocurrido. También ellas quieren “vender”. Están más preocupadas por el “marketing” (entre comillas) que por la noticia. Para ello, se cae en un proceso de hiper-interpretación (hacer decir lo que no se ha dicho), para hacerla más apetecible, siempre en clave de lo políticamente correcto. Eso sí que es una mala noticia, pues la maquinaria de la información necesita de agencias de noticias centradas en la noticia.
Naturalmente, el Papa no está “a favor” del “matrimonio gay”. Pero si hubiera querido decir que es una amenaza para el futuro de la humanidad, simplemente lo hubiera dicho. Es incluso muy probable que lo piense, pero está claro que no consideraba que un discurso al cuerpo diplomático era el momento adecuado para abordar la cuestión. De hecho, el discurso resalta sobre todo la crisis económica y sus implicaciones éticas, aspecto que Reuters simplemente ignora. Se podría concluir, por tanto, que la noticia muestra lo que a Reuters le preocupa, no lo que al Papa le preocupa. Es incluso verosímil que estén celebrando el "impacto" conseguido por la noticia, del que esta misma entrada es una modesta manifestación...
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