Lar Cuba
¿Y qué tiene que decir la Iglesia Católica cubana y su Ministro Cardenal además del Papa sobre esto?
La tiranía castrista através de su prensa oficial muestra espanto y acusa a unos reyes magos enviados desde España por repartir juguetes y dulces a los niños cubanos de divisionismo ideológico...
La Habana, Cuba
REUTERS
Un desfile organizado por la embajada española en Cuba conmemorando la Epifanía, desencadenó una tormenta ideológica el domingo, cuando medios de prensa de la isla de gobierno comunista ridiculizaron el evento como un espectáculo capitalista importado, peligroso para los niños cubanos.
La televisión estatal cubana y un periódico calificaron de "mamarrachos", "payasos", e "insultantes tíos" a los diplomáticos y empresarios españoles que se disfrazaron el sábado como los Tres Reyes Magos para los niños, en el centro de La Habana.
El desfile de los Tres Reyes Magos, con carruajes tirados por caballos, fue organizada por el Centro Cultural de la Embajada Española en La Habana. Se realizó con aprobación de las autoridades cubanas e incluso con una escolta de la policía motorizada.
Según testigos, una multitud de niños, hijos de ciudadanos españoles que trabajan en Cuba, y niños cubanos de la Habana Vieja --casco histórico de la capital cubana-- corrieron y se amontonaron para coger los dulces, primero mientras pasaba el desfile, y después dentro del Centro Cultural.
En España y otros países de tradición católica hispana, la Epifanía, o la fiesta de los Tres Reyes Magos, es una de las principales celebraciones, comparada con las Navidades.
Esta dejó de celebrarse en Cuba después que la revolución de 1959 de Fidel Castro llevó el comunismo a la isla.
En un sarcástico reporte trasmitido el sábado en la noche y repetido el domingo, la televisión estatal cubana criticó el desfile de la Epifanía como una "lamentable y peligrosa arrebatiña" y describió a los Tres Reyes Magos como "monarcas importados" y "aquellos extraños e irreconocibles payasos".
Tras mostrar la pelea infantil por los caramelos, la televisión cubana comentó: "Estas escenas que hemos visto marcan la diferencia entre la concepción capitalista y la concepción socialista sobre el respeto y la dignidad conque deben ser educados los niños".
Al preguntarle sobre las críticas, un diplomático español le dijo a Reuters: "No había absolutamente ninguna intención de crear una situación".
"Esto fue una actividad organizada para los niños con la aprobación de las autoridades cubanas", agregó, diciendo que la embajada había realizado dos eventos similares en La Habana en los últimos años.
Periodistas cubanos del diario Juventud Rebelde, de la Unión de Jóvenes Comunistas, fueron aún más cáusticos en sus críticas.
"¿Con qué derecho humillan a nuestros niños, lanzándoles caramelos al pavimiento - o al fango, según la puntería de los mamarrachos?", escribió Rosa Miriam Elizalde en un artículo titulado "Magos de Pacotilla".
"¿Habrá cinismo mayor que ese de decirle a los cubanos que ellos pueden ser los protagonistas de un show importado?" agregó, citando la reacción que dijo que el periódico había recibido del público cubano.
Diplomáticos extranjeros en La Habana señalaron que la virulenta reacción de los medios de prensa cubanos parece ser parte de una "batalla de ideas" declarada por el presidente Fidel Castro para defender al sistema comunista unipartidista de la isla, contra amenazas ideológicas.
El líder cubano de 74 años y su gobernante Partido Comunista han adoptado una desafiante posición de "no rendirse" ante los pedidos del extranjero para que Cuba abandone el sistema comunista de un solo partido y abrace la democracia multipartidista y la economía del libre mercado.
El gobierno designó oficialmente al año 2001 como "Año de la Revolución Victoriosa en el Nuevo Milenio".
Otra comentarista del periódico Juventud Rebelde, Arleen Rodríguez, dijo que la festividad de los Reyes Magos se acostumbraba a celebrar en Cuba pero que fue suprimida por la Revolución debido a las injustas desigualdades que creaba entre las familias que podían darle regalos a sus hijos y las que no.
"La Revolución acabó con aquel juego de crueldad invisible," dijo, atacando a los participantes en el desfile del sábado, calificándolos de "Los Reyes de pacotilla que los renovados aires imperiales españoles soltaron por nuestras calles".
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