(ZENIT.org - El Observador).- Ha salido al mercado un nuevo libro que aborda, desde el punto de vista jurídico, el proceso que se le siguió a Jesús para determinar su muerte. Se trata de El proceso de Cristo, escrito por el jurista José Elías Romero Apis.
Este libro se suma a una tradición mexicana iniciada por la monografía jurídica sinóptica también llamada El proceso de Cristo, del abogado mexicano Ignacio Burgoa Orihuela. En el nuevo libro, Romero Apis, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México y quien se ha desempeñado siete veces como subprocurador de justicia, tanto a nivel federal como en la capital del país, demuestra que hubo hasta 42 violaciones constitucionales si Cristo hubiese sido juzgado con las leyes mexicanas actuales.
El texto fue prologado por el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, quien expresa su deseo para que “el Señor infunda deseos de justicia en todos, tanto en los ciudadanos como en los jueces y gobernantes”, y advierte que “manipulando la realidad podremos librarnos del juicio humano y salir absueltos, pero no podremos evitar la comparecencia ante el Señor de la vida”.
El nuevo libro no se limita al análisis de acontecimientos pasados bajo las costumbres y normas que prevalecieron en el Imperio Romano y entre el pueblo de Israel, sino que la publicación trae consigo oportunas moralejas, útiles para un México corrompido y ensangrentado por la violencia.
¿Cuál debe ser el equilibrio adecuado entre los derechos humanos y las justas acciones punitivas? ¿Cómo exigir la rendición de cuentas a quienes tienen por responsabilidad impartir justicia? ¿Cómo evitar los abusos de poder?, son algunas de las interrogantes que busca responder el autor en esta nueva obra.
Editorial Porrúa coronó los esfuerzos de una intensa investigación multidisciplinaria que tuvo como escenarios algunas bibliotecas especializadas de Washington, Jerusalén y Roma.
José Elías Romero Apis comentó que su libro no es cosa del pasado: “El verdadero drama es que este asunto, en el fondo, no ha terminado. Porque esa centena de injusticias cometidas en contra de un solo hombre en apenas la mitad de un solo día, son un reflejo de las miles o millones de injusticias que a diario se cometen en contra de miles o millones de seres humanos".
Más adelante, el abogado mexicano reconoció que "todos los días son incontables los hombres que, en todas partes del planeta, son acusados sin motivo, son enjuiciados sin reglas y son sentenciados sin pruebas".
José Elías Romero Apis argumentó en la presentación del texto que "todos los días reaparece Caifás que persigue a los que no la deben, y los Judas Iscariote que venden todo por monedas. Todos los días renacen los Poncio Pilatos que se acobardan ante el deber. Y todos los días reviven las crucifixiones de quienes nada han hecho para merecerlas. Ese es el verdadero drama de la injusticia de La Pasión y es el verdadero drama de la justicia de nuestros días.”
En El Proceso de Cristo, el juicio a Jesús es contemplado y enlazado en casi 300 páginas bajo la óptica del sistema jurídico mexicano: el Derecho Constitucional, el Código Penal Federal, el Código Federal de Procedimientos Penales, el Código de Justicia Militar y otras leyes secundarias, además de referencias de importantes juristas.
Así las cosas, José Elías Romero Apis encontró que en el proceso de Cristo, al amparo de las leyes de México, se hubieran cometido 42 violaciones constitucionales y la comisión de 54 delitos, todo ello en contra de un solo individuo y en muy pocas horas, desde su aprensión en el Huerto de los Olivos hasta la crucifixión en el Gólgota.
Estas violaciones a las garantías individuales de Cristo, en México, hubiera conducido al enjuiciamiento político de altos funcionarios, su destitución y el encarcelamiento de sus cómplices hasta por un período que en total sumaria mil años de prisión.
El especialista relata que cuando inició la investigación, el número de violaciones jurídicas en contra del acusado eran 90, pero que ahora suman 96 porque la legislación mexicana ha avanzado en cuanto a las garantías y requerimientos procesales que no existían hace seis años.
Algunos de los delitos cometidos en el proceso de Cristo, bajo la óptica de las leyes de México, son el haber atentado contra la libertad de manifestar sus ideas, la de reunión, incumplimiento de formalidades procesales, la de no haber sido aprehendido sin mandamiento por escrito y sin orden judicial, la libertad para no declarar, el desahogo de careo, evasión de presos, coalición de servidores públicos, abuso de autoridad, entorpecimiento malicioso del proceso, asociación delictuosa, lesiones calificadas, robo, asesinato, etc.
En resumen, hubo violaciones a tres principios elementales: la dignidad en el trato; la inmediación, es decir, el hecho de que el juez conociera por vía directa las circunstancias y pormenores de ambas partes y, finalmente, la equidad procesal.
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