Esta semana fue presentado, bajo el patrocinio de la Eurodiputada Dita Charanzová del grupo ALDE, el primer informe del Observatorio de Derechos Humanos del Instituto Casla, con sede en la República Checa, al cual tengo el honor de pertenecer.
Estuvieron como invitados especiales Mitzy Capriles de Ledezma, esposa del Alcalde Metropolitano de Caracas Antonio Ledezma, la Senadora boliviana Carmen Eva Gonzales Lafuente del partido político Convergencia Nacional, el abogado y director de proyectos de la ONG's Fundamedios Mauricio Alarcón de Ecuador, e intervinieron por skype John Suárez, activista de DDHH y secretario internacional del Directorio Democrático Cubano con sede en Miami y José Antonio Peraza, politólogo, Investigador, analista político y activista de DDHH de Nicaragua.
El objetivo de este encuentro fue dar a conocer a los Eurodiputados la situación actual en estos países, y reafirmar en el caso venezolano, la sólida posición que existe en la unidad democrática para enfrentar las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre, enmarcadas en un clima de violencia social y política que atiza diariamente el gobierno venezolano. A pesar de que cada uno de los países latinoamericanos objeto del estudio tiene su propia dinámica, a nadie le quedó ninguna duda del patrón común que existe en sus gobiernos, que han menoscabado los derechos humanos durante la última década, haciendo alianzas estratégicas en nuevas organizaciones regionales que han creado y que han usado para tratar de consolidar a su manera, el proyecto de poder regional que lideró el fallecido Hugo Chávez y la chequera sin fondo que para aquel entonces era Venezuela.
Las similitudes son múltiples. La legitimidad de origen que les ha dado a los gobiernos de Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Venezuela el ser elegidos por el voto popular - bien cuestionado en alguno de los casos- ya no es tal, cuando se utilizan las vías democráticas para convertir un Estado de Derecho en una tiranía, en un régimen que cercena los derechos fundamentales. Todos llegan para luego, a través de reformas o enmiendas constitucionales, eternizarse en el poder. ¿Donde queda el principio de la alterabilidad Democrática? El secuestro de las instituciones, el control que ejercen sobre los poderes públicos, el acoso a los medios de comunicación y al periodismo independiente que les permite la hegemonía comunicacional, la persecución sistemática en contra de partidos políticos y sus líderes, de movimientos sociales adversos y a las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos, nos dice que lamentablemente en América Latina, la democracia sigue siendo muy vulnerable al caudillismo populista y que como pueblos nos falta mucho por aprender para saber administrar la libertad y exigir el respeto a los Convenios y Tratados Internacionales que nuestros países han suscrito.
El derecho a la vida, a la seguridad personal, el derecho a la defensa, el derecho a no ser sometidos a torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, el derecho a la no discriminación, al debido proceso, a la libertad de expresión y de conciencia, al acceso a la información y a la libre asociación entre otros, son violados constantemente por estos gobiernos que desde el poder han controlado al sistema de justicia y lo utilizan para sus intereses y para castigar al adversario. El pobre no ha dejado de ser pobre. Las promesas electorales quedan en el olvido hasta las próximas elecciones, en donde vuelven a salir a la palestra para usar a quienes no han tenido cambios sustanciales en su calidad de vida y tienen pocas esperanzas de progreso y entonces vuelven a forrar sus viviendas, sus ranchos o casas de cartón y hojalata, de propaganda gubernamental de candidatos que ya pasaron por la zona, prometiendo de nuevo lo que no han cumplido, pero que vuelven caraduramente a aprovecharse de la miseria.
Relatos y denuncias escucharon los Europarlamentarios de quienes han sido víctimas de violaciones de DDHH. Esto es lo que se vive en nuestros países. Todos nos preguntamos por ejemplo, como hizo el gobierno venezolano para dilapidar los miles de millones de dólares que entraron a las arcas públicas venezolanas por renta petrolera los últimos 14 años y que tiene a nuestro país al borde del precipicio económico y a los venezolanos mendigando comida y medicinas, muriendo en los hospitales por falta de insumos, haciendo trueque con los vecinos intercambiando azúcar por toallas sanitarias, sufriendo las 7 plagas de Egipto entre el dengue, la chikungunya, la lechina, la tuberculosis, las enfermedades infecciosas misteriosas que han sido denunciadas y hasta la epidemia de piojos por falta de shampoo.
Europa tiene en estos momentos un gran problema migratorio. Son miles y miles los refugiados que llegan diariamente a los países que conforman la Unión Europea buscando refugio y protección. Sin embargo y a pesar de esto, América Latina es objeto de interés por diversas razones que cada uno de los países que conforman la UE puedan tener, y la falta de democracia en algunos de ellos y el menoscabo de los DDHH es de mucha preocupación.
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