A la dirección Nacional de COPEI

Partido Social Cristiano COPEI

Dirección Nacional

Caracas, 11 de Abril de 2011

Compañeros:

Presidente y demás integrantes de la Dirección Política Nacional

Partido Social Cristiano COPEI

Ciudad.-

Estimados compañeros:

Los suscritos, vocales principales de esta Dirección Política Nacional, nos dirigimos a ustedes con el objeto de enunciar y aportar un conjunto de planteamientos para su discusión en el seno de esta instancia colegiada. Tratándose de un temario extenso, exhortamos a su inclusión en la agenda de la sesión ordinaria inmediatamente siguiente a la Semana Mayor, ameritando de una más serena y profunda reflexión.

Nuestra formulación es concisa y directa, sin ánimo alguno de suscitar una ociosa confrontación personal. Al contrario, creemos en la necesidad de recuperar o reforzar el sentido de la institucionalidad partidista, compartiendo lealmente nuestras modestas observaciones.

1.- Durante la campaña electoral interna, la cual culminó con la elección de esta Dirección Política Nacional en mayo de 2010, nos comprometimos a reivindicar nuestra identidad político-ideológica, recobrar la comunidad afectiva que una vez – sostenidamente – fuimos, y a la reforma de los actuales Estatutos del Partido. Necesaria de evaluar nuestra presencia parlamentaria, evidentemente hemos escenificado diferencias políticas que absurdamente se convierten en una confrontación personal, al igual que no hemos emprendido la señalada reforma estatutaria a pesar que, aún para quienes ya no la desean, la conducción del partido depende de una mesa directiva no contemplada y que regular o formalmente no se reúne, en el marco de un excesivo o inconsulto “presidencialismo”, por no ilustrar el deseo manifiesto de los delegados del Consejo Federal en torno a los comités de base, entre otros.

2.- Con la debida anticipación, fue planteada la conformación de una bancada, grupo o fracción parlamentaria en el seno de la Asamblea Nacional, instando a su reglamentación, pero no sólo ha sido difícil o imposible su conformación, sino que – sentimos – está disuelta en la llamada Concertación Humanista. Jamás nos hemos negado a ésta, en el marco de la unidad eficaz de esfuerzos a la que aspiramos de toda la oposición venezolana, pero resulta indispensable corregir las fallas para garantizar una labor que reivindique también los aportes de la democracia cristiana en el citado órgano del Poder Público Nacional.

3.- No consta en acta alguna la asunción y discusión a fondo de los grandes lineamientos políticos del partido. Concordando con buena parte de ellos, requieren de un perfeccionamiento fruto del debate creador, porque – de un lado – fueron anunciados públicamente sin que esta instancia conductora los abordara con el debido rigor; el simple comentario circunstancial – por otra – del director de debate, no equivale a su discusión y menos sanción; y – luego – ya se había planteado la necesidad de considerar esos lineamientos, por ejemplo respecto a la tarjeta única, sopesando los elementos que fuesen favorables o no, para la decisión correspondiente. Empero, enterándonos siempre por la prensa, esa decisión se anunció sin que hubiere una convincente participación en su concepción y diseño por este cuerpo colegiado.

4.- Igualmente, no ha habido la oportuna e inmediata información de la representación principal o alterna por ante la Mesa de la Unidad (MUD). De modo que fue por los medios de comunicación social que supimos del voto de COPEI a favor de las llamadas primarias simultáneas para seleccionar al candidato presidencial, sin que fuese – por lo menos – notificada esta Dirección Política Nacional. Independientemente de nuestro esencial desacuerdo con la postura supuestamente oficial de COPEI, ya varias veces reiterada en la prensa escrita y audiovisual, no ha sido debida y formalmente considerada y aprobada por esta instancia de conducción, negada la posibilidad de subsumirla en alguna orientación genérica, interesada o subjetiva.

5.- Instamos a esta Dirección Política Nacional a protagonizar una nueva jornada de reflexión, incluso, no vinculante como la realizada antes del celebrarse el reciente Consejo Federal. Reconocida como un recurso útil para el reencuentro afectivo y la corrección de los probables equívocos – además – de carácter personal, importa perfeccionar la anterior experiencia que, de un lado, contribuya a asumir las gravísimas responsabilidades contraídas con el país, y, del otro, a idear fórmulas todavía más efectivas de integración de la dirigencia y militancia que internamente no sufragó por la plancha número uno (1), paso indispensable para ampliar las posibilidades de reencuentro y relanzamiento de toda la democracia cristiana venezolana.

Sin otro particular a que hacer referencia, reciban un cordial saludo socialcristiano,

Atentamente,

Luis Barragán Clemente Bolívar

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