UN HISTORIADOR AFIRMA LA CONVERSIÓN DEL LEGENDARIO INDIO NORTEAMERICANO
Tatanka Iyotanka, (en inglés Sitting Bull), fue el famoso jefe indio norteamericano de la tribu de los sioux hunkpapa, cuyo nombre, en sioux, significa «Bisonte Macho Sentado», de donde en español recibió el popular nombre de Toro Sentado. Nació en Lakhota, Grand River, Estados Unidos; hacia el año 1831 y murió en el mismo sitio el 15 de diciembre de 1890.Conocido, siquiera de nombre, a través de las películas y de las series televisivas, Toro Sentado fue uno de los últimos caudillos indios derrotados por el avance de la colonización blanca en el oeste de Estados Unidos. Convertido en jefe a la edad de treinta y tres años, Toro Sentado manifestó una clara oposición a ceder parte de sus tierras a los blancos y aún más a vivir en reservas pero a mediados de los años setenta aceptó llegar a un acuerdo que mantuviera en manos de los sioux al menos las denominadas Colinas negras, un territorio sagrado donde reposaban los restos de los antepasados.
En 1864, peleó contra las fuerzas armadas de Estados Unidos bajo el mando del General Alfred Sully en Killdeer Mountain, y desde entonces se comprometió en el liderazgo de la resistencia Sioux contra el avance blanco. Pronto contó con un nutrido grupo de seguidores, no sólo de su tribu, sino también los Cheyennes y Arapahos. En 1873, en lo que sería un preludio de la Batalla de Little Bighorn tres años después, una coalición militar India bajo el mando de Toro Sentado mantuvo una breve escaramuza con el Teniente Coronel George Armstrong Custer.
El descubrimiento de oro en las Colinas Negras, que se encontraban en el centro del territorio sioux, atrajo a un sinnúmero de buscadores, lo que unido a las continuas incursiones sioux contra otras tribus o contra los constructores del ferrocarril, movió al gobierno de Estados Unidos a realizar una operación de castigo en 1876. En esta ocasión Toro Sentado se hizo famoso al conducir 3.500 indios sioux y cheyenne contra el Séptimo de Caballería, que estaba bajo las órdenes del General George Armstrong Custer, en la batalla de Little Big Horn el 25 de junio de 1876, en la que los estadounidenses resultaron derrotados.
Perseguido por el ejército estadounidense, Toro Sentado llevó a sus hombres a Canadá, donde permanecieron hasta 1881. En este año regresó con su tribu a Estados Unidos para que su gente se entregase y con ello terminasen los enfrentamientos.Fue encarcelado como prisionero de guerra en el Fuerte Randall de Dakota del Sur durante dos años, y luego se le permitió asentarse en la Reservación de Standing Rock, situada entre los territorios de Dakota del Norte y del Sur.
En 1885, acompañó durante una temporada al famoso “Show del Salvaje Oeste de Buffalo Bill Cody', para luego regresar a Standing Rock. En la edad madura, su apoyo al movimiento “Danza Fantasma” le acarreó problemas con los oficiales gubernamentales, y el 15 de diciembre de 1890 la policía india irrumpió en la casa de Toro Sentado, ubicada en el Río Grande de la región Dakota del Sur, e intentó apresarlo. Son muy confusos los informes de qué ocurrió luego. Según algunos rumores, los guerreros de Toro Sentado dispararon sobre el oficial que dirigía la partida, quien inmediatamente volteó y abatió a enigmático líder.
Según otra versión, el policía tenía instrucciones del Alcalde James McLaughlin, director de la reserva Sioux Standing Rock, de ultimar al jefe indio ante el menor intento de resistencia. Sea cual fuera la verdad, Toro Sentado fue gravemente herido, y murió pocas horas después. La policía india enterró su cuerpo velozmente en el Fuerte Yates, situado en la Rerservación Standing Rock. En 1953, su cuerpo fue trasladado a Mobridge, Dakota del Sur, donde se encuentra sepultado bajo una placa de granito.
Lo que pocos historiadores mencionan de la vida de Toro Sentado, quizás porque sea un dato poco conocido es que parece que Toro Sentado pudo ser bautizado en la Iglesia Católica. Como explica Whittaker en su biografía del General Custer, el famoso jefe indio odiaba a los blancos norteamericanos y se negó a aprender el inglés, pero se llevaba muy bien con los franceses canadienses e incluso aprendió a hablar francés. Con mucha probabilidad fue convertido al cristianismo por el Jesuíta francés Pierre-Jean De Smet, el gran apóstol de los indios, así como otros muchos de la misma raza se hicieron cristianos. Algunas fotos en las que se ve a Toro Sentado con una cruz bastante grande colgada al cuello parecerían confirmar esta hipótesis que explica el citado autor:
“It was stated at one time that Sitting Bull, while hating the white Americans and disdaining to speak their language; was yet very fond of the French Canadians, that he talked French, and that he had been converted to Christianity by a French Jesuit, named Father De Smet. How true this may be is uncertain, but probably there is some foundation for it. The French Jesuits have always been noted for their wonderful success in winning the affections of the Indians, as well as for the transitory nature of their conversions, and it is very possible that Father De Smet may have not only baptized Sitting Bull at some time, but induced him and his braves to attend mass, as performed by himself in the wilderness. The benefits of the conversion seem however to have been only skin deep, as far as preventing cruelty in war is concerned.” (Whittaker, A Complete Life of General Custer, Volume 2, 535).”
¿Quién fue el P. Smet? Un misionero entre los indios Norteamericanos, nació en Termonde (Dendermonde), Bélgica, el 30 de Enero de 1801, y fallecido en San Louis, Missouri, el 23 de Mayo de 1873. Emigró a los Estados Unidos en 1821 con el deseo de ser misionero e ingresó al noviciado Jesuita en Whitemarsh, Maryland. En 1823, por sugerencia del gobierno de Estados Unidos se dedició un nuevo establecimiento Jesuita sobre la localidad de Florissant cerca de San Louis, Missouri, para el trabajo entre los indios. De Smet estaba entre los pioneros y se convirtió en uno de los fundadores de la Compañía de Jesús en Missouri. Su primer viaje misionero entre los Pieles Rojas fue en 1838 cuando fundó la Misión de San José
para los Potawatomis. En este tiempo también visitó a los Sioux para arreglar una paz entre ellos y los Potawatomis, la primera de sus misiones de paz. No comenzó lo que podríamos llamar el trabajo de su vida hasta 1840 cuando se puso en camino hacia la región de los Flatheads en el lejano Noroeste. Desde 1831, algunos indios de las Montañas Rocosas, influenciados por los descendientes de iroqueses convertidos ciento cincuenta años antes, habían hecho un viaje a San Louis pidiendo una “túnica negra” (un sacerdote). Su petición no se podía cumplir en ese entonces pero el incidente incitó a los protestante, que organizaron sus misiones en aquellas tierras. Cuatro delegaciones indias en sucesión fueron enviadas de las Montañas Rocosas a San Louis para pedir la “túnica negra” y la última delegación, en 1839, integrada por algunos iroqueses, fue exitosa y el Padre De Smet fue asignado a la tarea.
De 1833 a 1837 regresó a la recién separada Bélgica, debido a problemas de salud. Cuando volvió a los Estados Unidos, estuvo ocupado reclutando hombres, provisiones y dinero para la misión de Misuri. Sus viajes hacia el oeste le permitieron pasar buena parte de su vida explorando y organizando misiones, especialmente entre los Flatheads.
Una de las exploraciones más largas de De Smet empezó en agosto de 1845. Salió del lago Pend Oreille, en Idaho, y cruzó el país hasta el valle del río Kootenay. Desde ahí, remontó el valle, llegando hasta la fuente del río Columbia. Después atravesó parte del valle, siguió el Sinclair Pass, volvió a cruzar el río Kootenay y, por el White Man’s Pass, alcanzó el valle del río Bow (aproximadamente, en la actual Canmore, en Alberta (Canadá). Desde ahí se dirigió hacia el norte, a Rocky Mountain House. Para entonces estaban en el mes de octubre, y había cumplido con una de sus metas: encontrarse con las tribus de la región, los cree, chippewa y pies negros. A finales de octubre, De Smet viajó en dirección este a la busca de más nativos. Tuvo fortuna y logró encontrar el camino de regreso hasta Rocky Mountain House, y desde ahí, fue guiado a Fort Edmonton, donde pasó el invierno de 1845-46.
En la primavera De Smet hizo el viaje de retorno, durante el cual, con grandes penurias, alcanzó el río Columbia y Fort Vancouver. Volvió a su misión en Sainte-Marie en el río Bitterroot, y después volvió a San Luis. Su época como misionero en las montañas Rocosas había finalizado.
En sus últimos años, se dedicó a las misiones que había ayudado a establecer y fundar. Quizás su mejor momento tuvo lugar en 1868, cuando con un pequeño grupo entró en el campamento de Toro Sentado y le persuadió para que aceptase el tratado de Fort Rice. De Smet fue enterrado en Florissant. En su honor, varias localidades tienen como nombre su apellido: De Smet, en Dakota del Sur; DeSmet, en Montana; y Desmet, en Idaho.
¿Fue realmente Toro Sentado bautizado en la Iglesia Católica? Como se ha visto, no falta quien lo presenta como bastante probable. No habría sido el único de su tribu. Hoy en día una buena parte de los indios americanos son católicos gracias al apostolado abnegado de Jesuítas como De Smet y otros muchos."
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