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Ahora que los dictadores americanos salen de nuevo a la luz de los medios con motivo de la enfermedad de Hugo Chavez y su curiosa y prolongada convalecencia en el “paraíso” castrista, conviene reafirmar conceptos contra ese deleznable sendero tenebroso lamentablemente abierto en algunos países hermanos del cono sur y centro América.
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El “dúo estático” Fidel y Raúl, los tiranosaurios de Cuba, fueron los pioneros; el venezolano Chávez con su social-populismo es actualmente la punta de lanza del pensamiento único y el boliviano Evo Morales (el de los jerseys imposibles) es su primer bebé probeta… Humala, en Perú…, está aún por ver.., todavía no ha descollado, ya veremos….
Pero ese camino no es nuevo, ya lo siguieron antes cientos de pueblos; sin embargo, no hay que perder de vista que es tremendamente engañoso y resbaladizo y casi siempre deriva en pérdida de valores y derechos.
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Muy imbuidos de ese estúpido buenísmo zapateril, hay gente que aun hoy, los mira con buenos ojos…, no quiere ver lo evidente. Y es que bajo el halo de ese ferreo paternalismo estatal que esos –militarzotes- sin escrúpulos protagonizan, se encuentran los mayores atropellos a la libertad de los últimos años.
Es obligado, para cualquiera que ame la verdad reconocer, que en esos países, y en otros de corte islámico…, siguen existiendo vergonzosos gulags, en pleno siglo XXI
Lo que está ocurriendo en estos países, nada tiene de democrático.
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Existe una concepción errada de la democracia, esto es, cuando se la identifica con el imperio mecánico de las mayorías; de tal modo que el sistema se pervierte en una dictadura de las mayoría; así, si la mitad más uno, desea la tiranía, esta se implantará.
Esta gran paradoja de la misma democracía, nos obliga a afirmar, que el sistema democrático no se debe basar en la despótica voluntad de unas mayorías, sino que debe ser la mejor herramienta, precisamente para limitar el poder y garantizar los derechos de las personas.
Estas cuestiones, que parecen veredes, deberían tomarse en cuenta a la hora de afrontar temas como el pasado referéndum de Hugo Chavez en Venezuela; o incluso en plebiscitos tan absurdos como el de la independencia catalana,
Esta gran paradoja de la misma democracía, nos obliga a afirmar, que el sistema democrático no se debe basar en la despótica voluntad de unas mayorías, sino que debe ser la mejor herramienta, precisamente para limitar el poder y garantizar los derechos de las personas.
Estas cuestiones, que parecen veredes, deberían tomarse en cuenta a la hora de afrontar temas como el pasado referéndum de Hugo Chavez en Venezuela; o incluso en plebiscitos tan absurdos como el de la independencia catalana,
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La democracia es un sueño que puede ser maravilloso, pero sus perversiones pueden dar lugar a las más espantosas pesadillas.
La democracia es un sueño que puede ser maravilloso, pero sus perversiones pueden dar lugar a las más espantosas pesadillas.
¿Sería necesario recordar, todavía a estas alturas, que regímenes tan brutales e inhumanos como el estado nazi, llegaron al poder por medio de las urnas y de forma mayoritaría?.
La trayectoria, siempre es la misma, ciertos movimientos de masas logran confundirse con las instituciones del estado transformandose en partido político y una vez conseguido, encumbran a su exaltado lider carismático, otorgandole de forma definitiva el poder absoluto; las ya conocidas consecuencias son nefastas, el control absoluto de la sociedad civil y la restricción de libertades y derechos. (Cuidado con BILDU)
La trayectoria, siempre es la misma, ciertos movimientos de masas logran confundirse con las instituciones del estado transformandose en partido político y una vez conseguido, encumbran a su exaltado lider carismático, otorgandole de forma definitiva el poder absoluto; las ya conocidas consecuencias son nefastas, el control absoluto de la sociedad civil y la restricción de libertades y derechos. (Cuidado con BILDU)
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De TODO esto se deducen dos cosas.
De TODO esto se deducen dos cosas.
Primero, que la verdadera democracia solo brota, allí donde los hombres aman la libertad, y SEGUNDO que la democracía cobra su sentido más sublime cuando se entiende como el respeto a la libertad de la persona.
La libertad, al fín es su esencia, lo que hay que defender, aunque para ello sea necesario el sacrificio de unos u otros.
La libertad, al fín es su esencia, lo que hay que defender, aunque para ello sea necesario el sacrificio de unos u otros.
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Existe una frase, atribuida a Thomas Jefferson, que además, es uno de los puntos de la Declaración de independecia de los Estados Unidos, dice así:
“El árbol de la libertad debe ser regado con la sangre de los patriotas y de los tiranos….”
Probablemente, en muchos casos, esta sea la última alternativa, la más dolorosa, y aún no ha llegado el momento de afrontarla puesto que el panorama todavía ofrece mínimas esperanzas. Para evitar esa fatalidad, conviene tener las ídeas claras, rearmarse cultural y espiritualmente, rehusar el adoctrinamiento inconsciente, y ante todo, convencerse, persuadirse, que el bien más elevado, que lo mejor que tenemos y queremos conservar es la libertad individual.
Sin esa disposición preliminar, el hombre será comido por la masa, seremos pasto de los tiranos y nuestro futuro, de un modo u otro, será rojo, rojo como la sangre.
Sin esa disposición preliminar, el hombre será comido por la masa, seremos pasto de los tiranos y nuestro futuro, de un modo u otro, será rojo, rojo como la sangre.
Ahora, todavía es tiempo, hay que esperar cuando se está desesperado, pero es recomendable, andar (Y REZAR) cuando se espera.
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