Monseñor Claudio María Celli |
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por Juanjo Romero (4-4-11)
El Consejo Pontificio para los Laicos y el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, en un comunicado conjunto, han informado de que la Unión Católica Internacional de Prensa (UCIP) no puede utilizar el nombre de «católica», a causa de la grave crisis de gestión que experimenta desde hace años. Reprueban también la decisión de sus gestores de adoptar como nuevo nombre el de Organización Católica Internacional de los Medios de Comunicación (ICOM).
(Zenit) La nota, firmada por los dos presidentes de los organismos vaticanos, el cardenal Stanislaw Rylko, y el arzobispo Claudio Maria Celli, reconoce que UCIP, “después de décadas de válido servicio a la evangelización a través de la prensa, en los últimos años ha vivido una progresiva crisis de gestión”'.
“El Consejo Pontificio para los Laicos y el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, en virtud de los respectivos ámbitos de competencia, han seguido de cerca este proceso, que ha tenido como consecuencia la invalidación de las asambleas generales celebradas en 2007, en Canadá, en 2008, en Roma, y en 2010, en Burkina Faso.“En varias ocasiones, la Santa Sede ha expresado a las autoridades de la UCIP su perplejidad ante la inaceptable falta de trasparencia y claridad en la gestión de esta asociación, bajo el control de su secretario general. El pasado 23 de marzo, estos hechos provocaron la revocación por parte del Consejo Pontificio para los Laicos, del reconocimiento canónico de la UCIP como asociación católica, a través de una carta formal dirigida a todos los miembros en la persona de su presidente.
“El documento decía: ‘Ante esta situación, la Santa Sede no puede quedar en silencio e inactiva, por tanto, en acuerdo con la Secretaría de Estado, y después de haber consultado al Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, el Consejo Pontificio para los Laicos, haciendo referencia al 326 §1 del Código de Derecho Canónico, revoca el decreto de reconocimiento a la UCIP, fechado el 15 de diciembre de 2004. A partir de ahora, la UCIP tendrá que eliminar de su nombre el adjetivo de católico (cf. canon 300 del Código de Derecho Canónico)’”.
Los representantes de la Santa Sede informan que “como única reacción, la secretaría general de la que hasta ahora se llamaba UCIP, el pasado 28 de abril, ha informado a todos los miembros la transformación de la UCIP en ICOM (Organización Católica Internacional de los Medios de Comunicación), anunciando su primera asamblea para el mes de noviembre de 2011”.
“Este acto ha sido desaprobado con energía por el Consejo Pontificio para los Laicos y el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, que no reconocen a esta organización, que sigue ostentando el título de católica. Además, la así llamada ICOM se ha apropiado de manera indebida del patrimonio intelectual, económico e histórico de la UCIP, así como de su logo y de su página web.
“Ambos Consejos Pontificios confirman su gratitud a todos los miembros de la UCIP, excluidos a causa de la reciente gestión, por el buen servicio realizado en años pasados y les alientan a difundir el Evangelio en el mundo de la comunicación escrita. Al mismo tiempo, aseguran que están estudiando nuevas maneras posibles de vínculo asociativo para proponer a los periodistas que desean permanecer en comunión con la Iglesia católica”, concluye el comunicado vaticano.
A causa de la crisis vivida por UCIP en los últimos años, algunas organizaciones nacionales de periodistas católicos, como es el caso de la española, UCIPE , se habían distanciado de esa institución.
La historia de la organización
Los orígenes de la UCIP se remontan al año 1927, cuando algunos periodistas franceses, alemanes, austriacos y suizos crearon la Oficina Internacional de los Periodistas Católicos, con el fin de promover un periodismo basado en sólidos valores.
En 1930 tuvo lugar en Bruselas, en Bélgica, el primer Congreso Mundial de la prensa católica y en 1936 nació en Roma la Unión Internacional de la Prensa Católica.
Después de los años difíciles de la segunda guerra mundial, la Asociación volvió a empezar las propias actividades con motivo del congreso mundial celebrado en la capital italiana en 1950.
Desde 1966, año en el que se adoptó el nombre de UCIP, se abrió a todos los profesionales católicos que trabajan en el ámbito de la información secular y religiosa.
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