Para Juergen Bernhard Donges, catedrático de Economía y Director del Instituto de Política Económica de la Universidad de Colonia, la economía española no tiene ningún secreto. Apenas son necesarios unos minutos para ver que la conoce a la perfección y, desde luego, tiene su receta para hacer frente a la actual crisis. Sevillano de nacimiento y pragmático alemán, reconoce que en Europa se han hecho muchas cosas mal, aunque aún hay tiempo para enderezar el rumbo.
¿Tiene solución la crisis en la que está inmersa Europa?
En Europa no vemos una solución porque desde que empezó todo el problema de la deuda soberana, en mayo del año pasado, hemos tenido muchas cumbres europeas, muchos anuncios, ajustes fiscales y alguna que otra reforma. En términos generales yo diría que hemos sido testigos de una serie de políticas de parcheo y de mensajes problemáticos.
¿Y la idea de la Europa de dos velocidades sería una catástrofe?
Hay que aceptar que la zona euro no es una zona monetaria óptima, con algunos países del euro que no deberían estar en el mismo, pero no quiero abogar porque salga un país u otro. Lo que si digo es que si hay algún país que piensa que las reglas de juego de este club que llamamos euro son demasiado severas, se le debería permitir salir.
¿Cómo valora el silencio de Rajoy en cuanto a su programa de Gobierno tras su victoria electoral?
Rajoy debe dar a conocer su programa cuando el nuevo Gobierno tome posesión. Si empezara ahora a decir cosas se abriría un debate continuo, lo que aportaría más incertidumbre. Resulta muy positivo que aproveche las semanas que le quedan hasta que vaya a La Moncloa para encargar a su equipo las tres o cuatro cosas que hay que realizar con carácter inmediato. Eso son mensajes que los mercados entienden.
¿Que le parecen como solución los eurobonos?
Sería una solución que iría en la dirección equivocada, por dos razones. Una es de tipo político. No se cómo explicaría Merkel a los alemanes que si mañana van a comprar una nevera a plazos o un coche, van a pagar unos tipos de interés más altos para que los españoles o los griegos no los tengan tan altos. Políticamente, el eurobono se puede convertir en una fuente de euroescepticismo. En lo económico, el eurobono significa mancomunar la deuda, es decir, que nos privamos del mecanismo más importante que tenemos para imponer disciplina presupuestaria, que son los spread, los diferenciales de deuda, que se producen con arreglo a la solvencia de un país y a su potencial económico. Si no se hubiese disparado la prima de riesgo, no se hubiese adoptado ningún tipo de medidas.
¿Cuáles son las reformas básicas que debe emprender Rajoy para paliar la crisis?
La primera, la consolidación presupuestaria. Hay que hacer un nuevo presupuesto y transmitir el mensaje de una forma creíble. No basta simplemente con decir que en 2012 vamos a reducir el déficit y que en 2013 llegaremos al 3%. Se necesitan por lo menos cuatro años y hay que especificar todas las partidas de gasto que se piensan tocar, y lo mismo por el lado de los impuestos. Si hubiera que subir impuestos, yo pondría el énfasis en los indirectos, como el IVA, o los que gravan el alcohol y el tabaco. Hay que mejorar la recaudación a través de un mayor control del fraude fiscal y la lucha contra la economía sumergida.
¿Y las otras dos áreas?
Hay que solucionar el problema del sector financiero, especialmente el de las Cajas. Hay que tomar una decisión de crear o no un banco malo, no quedará otra solución. De alguna forma habrá que hacerlo y, al final, lo tendrá que pagar el contribuyente. Como en nuestros sistemas políticos no está previsto que se lleve a los causantes a un tribunal y lo peor que les puede pasar es que pierdan unas elecciones, el contribuyente tiene que pagar el pato. El tercer área es la reforma del mercado de trabajo. Es esencial para determinar la productividad y la competitividad de la economía. Una propuesta buena que hemos aplicado en Alemania y que nos ha dado buen resultado es unir el Ministerio de Economía con el de Trabajo. Una economía sólo puede funcionar bien si lo hace el mercado de trabajo.
¿Cómo hay que articular la reforma del mercado de trabajo?
Hay que tocar los convenios colectivos. Para un alemán como yo, resulta extraño que sean más bien de tipo nacional y que no haya diferenciación adecuada en cuanto a productividad, sector o demanda. Cada vez que vengo a España se habla de abaratamiento del despido. Es parte del asunto, pero lo importante es que haya flexibilidad o movilidad geográfica.
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