martes, 15 de mayo de 2012

ORACIONES DE BATALLA

ORACIONES DE BATALLA:


.
No sería honrado, que los que sabemos de un bien
innegable, lo ocultemos a los demás.
Los
que rezamos, conocemos de los beneficios de la oración, por eso lo coherente en
este caso, debería ser transmitirlo.
Estoy
convencido de que, el primero de los frutos es el sentimiento de profunda paz
que queda después de una oración bien hecha, un sosiego profundo e inigualable,
pero este no es el único provecho. Dios nos quiere tanto, que nunca se queda a
medías y aunque no se lo pidamos, Él siempre nos provee de todo lo que
necesitamos, en cada momento.

Nuestra oración, unas veces surge de forma serena y otras, cuando
estamos en una dificultad más o menos acusada, surge espontáneamente. En
cualquier caso, siempre buscamos ayuda de Aquel que es el único que puede darla
y nuestros rezos nunca son desoídos.
La
mayor parte de las veces, por diversas circunstancias que en la mayoría de los
casos escapan a nuestro entendimiento, la solución a nuestras peticiones queda
en suspenso... Sin embargo en otras ocasiones, DIOS permite que podamos ver
inmediatamente el resultado de nuestros ruegos. Él maneja los tiempos y los por
qués.

Dios, que también mueve mis inspiraciones, me
hace buscarle hoy, a través del cine y de la historia.
En
1970, los americanos tan amantes de su joven historia, usaron de la industria
del celuloide para recrear parte de la vida de uno de sus más afamados jefes
militares, el  general de cuatro
estrellas, George Patton.

"Patton", la película, obtuvo ese año, 12 candidaturas a
los Oscars y se llevó siete de ellas, acaparando los premios más importantes:
Ente otros, mejor película, mejor dirección y mejor actor principal, que George
C Scott, rechazó.
La
película contó con un guión excepcional de Francis Ford Coppola y mereció todos
los honores en su parte artística. Pero creo que sobretodo valió la pena, para
que el resto del mundo conociera una personalidad tan genial y arrolladora como
la de este hombre tan especial.
Probablemente,
uno de los aciertos del film fue presentarnos a Patton, tal como fue. Una
persona que basaba sus estrategias en las historias de guerras antiguas, y  se creía, él mismo, la reencarnación de un
mariscal de Napoleón o de un guerrero cartaginés, no es un tipo cualquiera.
Patton, ciertamente fue un hombre extravagante y severo, pero tan carísmatico y
romántico como el mismo Don Quijote.

Ciertamente los caminos de DIOS son tan inexplicables como
inescrutables.
Hoy, tras un nuevo visionado de esta magnífica
película, he recordado una anécdota del famoso general, sobre la oración, que
me viene ahora como anillo al dedo.
Se
cuenta que e
n diciembre del 44,
 Patton y su ejército estaban estancados
en territorio belga. El motivo de tal parón era una meteorología terrible:
lluvia, niebla, inundaciones, etc. Con aquellas condiciones el avance de las
tropas era imposible.
Desesperado, Patton llamó a uno de sus
oficiales y le dijo que quería una oración para pedir que el tiempo mejorara.
El oficial, salió a buscar al capellán del Tercer Ejército, James O’Neill.
Pattón le explicó que estaba cansado de luchar entre barro e inundaciones y le
pidió que procurara que Dios hiciera algún trabajo a favor de su bando.
El capellán escribió una oración para que
cesaran las lluvias y para que el tiempo les permitiera combatir, y se la envió
a Patton. Este mandó imprimir 250.000 copias de aquel texto. El general quería
que cada hombre del tercer ejército la rezara.
El 22 de diciembre los soldados recibieron
la oración y milagrosamente, el tiempo mejoró. Hubo seis días en los que los de
Patton pudieron avanzar sin inclemencias.
Después de aquello, Patton condecoró al
capellán O’Neill.


El texto exacto de la oración fue este:
"Almighty and most merciful Father, we humbly beseech
Thee, of Thy great goodness to restrain these inmoderate rains with which we
had to content. Grant us fair weather for
Battle.
Graciously hearken to us as soldiers who call upon Thee that armed with. Thy
power, we may advance from victory to victory and crush the oppression and
wickedness of our enemies and establish Thy justice among men and nations.
Amen."

Y su
traducción al español es como sigue:
"Dios y Padre todopoderoso y misericordioso: te suplicamos
humildemente, que por tu bondad contengas estas grandes y desmesuradas lluvias
con las que nos habíamos detenido en nuestra labor. Danos el tiempo justo para
la batalla. Gracias por escucharnos como soldados que te invocan y que armados
con Tu poder, pueden avanzar de victoria en victoria y aplastar la opresión y
maldad de nuestros enemigos, estableciendo tu justicia entre los hombres y las
naciones. Amén."

.   .   .

Sin embargo este no es este el único ejemplo de perfecta simbiosis
entre hazañas militares y oración que encontramos en la Historia.
Dado
que estamos en el mes de la Virgen, también sería bueno recordar el
extraordinario suceso ocurrido
,
el 7 de diciembre de 1585, con nuestras tropas.

Nos encontramos en Flandes, donde los combates eran más salvajes y
donde se desarrollan en peores condiciones, sobre todo por el frío.
La ubicación concreta es en la isla de
Bommel, situada entre los ríos Mosa y Waal, donde los soldados del Tercio del
Maestre de Campo Francisco de Bobadilla (compuesta por unos cinco mil hombres),
combate en clara inferioridad contra las tropas del Almirante Holak. Nuestros
soldados no tienen escapatoria.
El jefe enemigo propone una rendición
honrosa pero la respuesta es clara: «Los
infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de
capitulación después de muertos
». Ante tal respuesta, Holak
recurrió a abrir los diques de los ríos para inundar el campamento enemigo.
Pronto no quedó más tierra firme que el montecillo de Empel, donde se
refugiaron los soldados del Tercio.

En ese crítico momento, ya casi sin
posibilidad de salvación, un soldado cavando una trinchera tropezó con algo
duro enterrado allí. Era una tabla flamenca con la imagen de la Inmaculada Concepción. Anunciado el hallazgo,
colocaron la imagen en un improvisado altar y el Maestre Bobadilla, instó a sus
soldados a luchar encomendándose a la Virgen Inmaculada:
Soldados!
El hambre y el frío nos llevan a la derrota, pero la Virgen Inmaculada viene a
salvarnos"

Según la historia, un viento completamente
inusual e intensamente frío se desató aquella noche helando las aguas del río
Mosa. Los españoles, marchando sobre el hielo atacaron por sorpresa a la
escuadra enemiga y obtuvieron una victoria tan completa que el almirante Holak
llegó a decir: «Tal parece que Dios es español
al obrar, para mí, tan grande milagro
».
Aquel mismo día, la Inmaculada Concepción
fue proclamada patrona de los Tercios.

Tanto de la anécdota de Patton como de esta otra, se deduce que la oración
es poderosa en toda clase de batallas, ¡cuanto más
lo será pues, en la que libramos cotidianamente!
Para finalizar, y sin tener mucho que ver
(pero sí) permitid que lo haga con una impactante frase del famoso general
americano, cita en la que me gusta mirarme, y que a veces uso como oración:
"No mido el éxito de
un hombre por lo alto que llega, sino por lo alto que rebota cuando toca
fondo."

*       *      *

Para complementar el post de hoy, creo que no hay nada más
apropiado que el siguiente vídeo, donde se plasma la perfecta unión de fé,
juventud y milicia.
XXVI Jornada Mundial de la
Juventud. Procesión del Cristo Buena Muerte por las calles de Madrid.
Espiritualidad, españolidad, elegancia, seriedad y fé. Sin duda es este. un
documento tan único como emocionante que ya forma parte de nuestra mejor
historia.
.









...
*     *     *     *     *

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mesa Unitaria Cabimas Zulia's Fan Box

Ecclesia Digital