Ni Socialdemocracia ni Socialcristianismo
¿Cómo vas a decir que esas dos ideologías fracasaron, si no tenemos con qué sustituirlas?
EMETERIO GÓMEZ | EL UNIVERSAL
domingo 15 de mayo de 2011 12:00 AM
Porque nuestra gente culta más querida suele apelar a ese argumento inaudito pero que, justo es reconocerlo, no deja de tener alguna fuerza: "¿Cómo vas a decir que esas dos ideologías -o que la otrora famosa Economía Social de Mercado- fracasaron, si no tenemos con qué sustituirlas? ¿Qué vamos a proponer entonces? ¿Qué le vamos a decir a la gente cuando nos pregunten por los cimientos ideológicos de nuestro enfoque doctrinario? Tú no eres político y en consecuencia no te has planteado el terrible problema de que ¡¡algo tienes que decirle a la gente cuando te pregunten por tus referentes!!". Argumento este que -repito- no deja de tener alguna fuerza... pero que, de todas maneras, es profundamente lamentable, porque lo que le digas a la gente (por más que "algo haya que decirles") ¡¡será una profunda y dolorosa mentira!!
Porque la Socialdemocracia, el Socialcristianismo, el Socialismo Democrático, el Liberalismo Clásico y el Neoliberalismo de finales del siglo XX, todas esas ideologías fueron barridas por la quiebra estruendosa de la Unión Soviética, el desmantelamiento impresionante del Comunismo, la caída del Muro de Berlín, el agotamiento irrecuperable del Welfare State -el Estado del Bienestar, dedicado a resolver "Lo Social"-; la profunda inestabilidad de las Políticas Económicas de los últimos 20 años; la emergencia de China Comunista, como potencia económica capitalista-salvaje; la ostensible inmoralidad de muchísimos dirigentes empresariales, que empezó aisladamente hace 6 o 7 años con Enron y WorldCom, pero que se expresó masivamente con la crisis financiero-inmobiliaria de hace dos años, etc. Una debacle complejísima que barrió con todas las ideologías políticas que florecieron en el siglo XX y que desembocó en una noción que lo resume todo -tanto la crisis, como el asomo de su solución: la Responsabilidad Social de la Empresa; más otra que está en camino: la Responsabilidad Moral de la Empresa; es decir, la necesidad de darle al Capitalismo, como realidad económica y, más aún, como propuesta política, una orientación que de alguna manera lo conecte con Lo Moral, no sólo con Lo Social, sino también con las características más profundas y entrañables de Lo Humano. ¡Aunque se moleste más todavía Bingen de Arbeloa, un apreciado amigo maracucho!
http://emeteriogomez.wordpress.com
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