LAS QUINCE PROMESAS
DE LA VIRGEN MARÍA
A QUIENES RECEN EL ROSARIO  
DE LA VIRGEN MARÍA
A QUIENES RECEN EL ROSARIO
1.- El que me sirva,         rezando diariamente mi Rosario, recibirá cualquier gracia         que me pida.
2.- Prometo mi especialísima         protección y grandes beneficios a los que devotamente         recen mi Rosario.
3.- El Rosario será         un fortísimo escudo de defensa contra el infierno, destruirá         los vicios, librará de los pecados y exterminará         las herejías.
4.- El Rosario hará         germinar las virtudes y también hará que sus devotos         obtengan la misericordia divina; sustituirá en el corazón         de los hombres el amor del mundo al amor por Dios y los elevará         a desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas         almas por este medio se santificarán!.
5.- El alma que se encomiende         por el Rosario no perecerá.
6.- El que con devoción         rezare mi Rosario, considerando misterios, no se verá         oprimido por la desgracia, ni morirá muerte desgraciada;         se convertirá, si es pecador; perseverará en la         gracias, si es justo, y en todo caso será admitido a la         vida eterna.
Virgen del Rosario, San Pío Quinto y Santo Domingo
(Felice Torelli, circa 1700, Iglesia del Suffragio, Fano)
(Felice Torelli, circa 1700, Iglesia del Suffragio, Fano)
7.- Los verdaderos devotos         de mi Rosario no morirán sin auxilios de la Iglesia.
8.- Quiero que todos los devotos         de mi Rosario tenga en vida y en muerte la luz y la plenitud         de la gracia, y sean partícipes de los méritos         de los bienaventurados.
9.- Libraré pronto del         purgatorio a las almas devotas del Rosario.
10.- Los hijos verdaderos de         mi Rosario gozarán en el cielo una gloria singular.
11.- Todo lo que se me pidiere         por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
12.- Socorreré en todas         sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
13.- Todos los que recen el         Rosario tendrán por hermanos en la vida y en la muerte         a los bienaventurados del cielo.
14.- Los que rezan mi Rosario         son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito         Jesús.
15.- La devoción al         santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación         a la gloria.
 

 
 






 
 
 

 
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