Artículo Jesús Alberto Barrios R.

 

Así  lo  creo…

ESCASEZ  DE  COMPETENCIA

Jesús Alberto Barrios R.

 Desde que comenzó el cuento de la "revolución bonita", la clave ha sido la confrontación como instrumento de intervención y manipulación, para la polarización. El discurso promete profundizar el modelo y darle continuidad al "socialismo del siglo XXI". En anteriores elecciones les fue muy bien, porque con ese discurso se le echa la culpa al imperio, al capitalismo, a la guerra económica, a la Polar y no reconocen su fracaso. La verborrea de los seguidores del gobierno regresa a una fastidiosa repetición de frases oídas en 16 años, que encharca el proceso. La administración de Maduro está inmersa en un ciclo donde el continuo aumento del gasto público, de las importaciones con escasez de dólares y la deuda, han agigantado la dependencia de los precios del petróleo, hoy por el suelo. Se encienden las alarmas cuando las cifras de finanzas señalan que el gasto del gobierno es un desastre. Y pretenden ahora impulsar el modelo fracasado, con unos motores fundidos que lleva a cuesta el aparato productivo destruido, sin seguridad jurídica y una enorme deuda que le impide el arranque. Los tales "motores" son un discurso repetitivo, su arraigada costumbre de reimpulsar,  reconstruir, refortalecer, restructurar, restaurar el modelo desgarbado, agotó el tiempo. Trata de confundir inventando un nombre para convertirlo en etiqueta revolucionaria, cuando lo que ha creado es un desaliñado discurso que Aristóbulo no encuentra que hacer con esa vaina. Dada la falta de contenido y de coherencia en el discurso, que choca con la realidad producto de la imposición del modelo Castro-comunista con alta carga de demagogia, derroche y corrupción, la realidad se le magulla en la cara. La pobreza general va en aumento, la pobreza crítica crece, la inflación se disparó descontroladamente, el bolívar no vale una locha. El gobierno no habla claro, su base es la mentira. Maduro no entiende que la única forma de atender los desequilibrios económicos es atacando sus causas. Su incompetencia no tiene sentido al seguir atosigando y agobiando al sector privado, pero si son eficientes para exigirles impuestos. Maduro debería informar, con seriedad y sentido de responsabilidad, la gravedad de la crisis y los planes de solución. El país debería estar enterado de los sacrificios que vienen producto de un modelo inaplicable y de la escasez de competencia en el manejo de la política económica.

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