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El Caldera que yo conocí
23 Enero, 2016
Se cumplen 100 años del nacimiento del Presidente Rafael Caldera, líder político, estadista, profesor, jurista, humanista, demócrata, pacificador… como todo gran hombre, su vida es una mezcla de mitos y realidades. Podríamos recordarlo por sus profundos valores cristianos, como padre de familia, por su carisma, su cultura e inteligencia. No faltará quien injustamente intente manchar su imagen reduciéndolo a una persona fría, soberbia o como el responsable de haber soltado a Chávez.
Nadie podrá negarle que le dedicó su vida a Venezuela y que durante sus presidencias, en las que gobernó sin mayoría parlamentaria y con bajos precios del petróleo, logró que el País se enrumbara por caminos de paz y modernización. Su visión social lo llevó a incluir los trabajadores del campo bajo la protección de la Ley del Trabajo; rompió el récord en construcción de viviendas por año; implantó la carrera administrativa en el sector público y fue pionero de la descentralización, creando ocho regiones y sus respectivas corporaciones de desarrollo regional; profundizó el proceso en su segunda presidencia, con la transferencia de servicios a diecisiete estados.
Autor de la reversión petrolera, nacionalizó el gas, aumentó la participación fiscal por cada barril de petróleo, de 3,93 a 34,63 bs. Construyó el Poliedro, el Parque Central, los Edificios del BCV, el Ministerio de Educación y los Tribunales de la República, el distribuidor Cienpiés, el segundo piso de la Autopista del Este, la prolongación de la Cota Mil, la autopista Prados del Este-La Trinidad, inauguró el Hospital Pérez Carreño y comenzó el Metro de Caracas.
Creó el Instituto Nacional de Parques; el puerto, el aeropuerto y la Zona Franca de Margarita, al igual que la de Paraguaná. Imposible resumir su obra en un artículo, recordemos el complejo turístico de El Morro, el aeropuerto de La Chinita, el Paseo Ciencias y la renovación urbana de Maracaibo; el Complejo Petroquímico El Tablazo; la represa José Antonio Páez en Santo Domingo y la segunda etapa del Guri.
Inició la autopista centro-occidental, construyó las represas Cumaripa, Cabuy y Guaremal, en Yaracuy; Dos Cerritos y Pao-Cachiche, en Lara y Cojedes; la autopista Valencia-Campo de Carabobo; el Puente sobre el Río Limón, en la Goajira; el Ateneo de Caracas, el Teatro de la Opera de Maracay y los Museos de Arte Contemporáneo en Caracas y Jesús Soto en Ciudad Bolívar. Incrementó la matrícula escolar en 33,3% y al personal docente en 46,5%, duplicó la de educación media y triplicó la de educación superior.
Arrancó el programa de Orimulsión; a pesar de la crisis económica disminuyó la deuda externa de 26.981 a 23.175 millones de dólares y creó el Fondo de Estabilización Macroeconómico, para compensar la baja en los precios del petróleo y el déficit fiscal.
Tres cosas destacaría, lograr que los grupos armados de extrema izquierda, se integraran a la vida política democrática, el equilibrio fiscal durante su gestión que permitió lograr una inflación de apenas 14% en cinco años, revaluando el bolívar en su primera presidencia, de 4,50 a 4,30 por dólar, lo que en lenguaje corriente significa que tenías más dólares con menos bolívares.
Por último, su capacidad para rodearse de los mejores, Calvani, Pérez Olivares, Oberto, Castillo de López, Andrade Labarca, Tarre Murzi, Pérez La Salvia, R. J. Velásquez, Machado, Aguiar o Petkoff, quedaran en la historia como grandes hombres que hicieron de la eficiencia y la transparencia el norte de su gestión.
Brillante y honesto, Caldera puso en alto el gentilicio patrio, obteniendo el reconocimiento de los grandes dirigentes de su época. Dotando de una sorprendente memoria y una gran capacidad para el diálogo, supo ser tolerante, respetuoso del ordenamiento jurídico, asumió con valentía su compromiso con la paz social y la justicia social internacional.
Los hombres públicos de su trascendencia tienen la particularidad de pertenecer a todos, sus ideas se repetían en los hogares, nos eran familiares, se convirtieron en referencia, nos inspiraron. Si además tienes la suerte de conocerlo, se produce un vínculo único entre el personaje admirado y el que sentimos cercano. Podría asegurar que cada venezolano que compartió con él tuvo su propio Caldera.
El mío lo encontré por primera vez, cuando me concedió una entrevista en Maracaibo, en mi calidad de Presidente del Centro de Estudiantes de Derecho de la Universidad del Zulia. Un primer encuentro que se prolongó por varias horas… me he interrogado siempre que pudo motivar al expresidente a dedicarle tanto tiempo a un joven dirigente universitario, ni por que se interesó por procurarme verdaderas relaciones con personas allegadas a su entorno.
En todo caso lo fundamental de nuestra conversación se centró en el hecho de que el candidato estudiantil, se había transformado por la dimensión de su responsabilidad, una vez que salió victorioso del proceso electoral. Le explique cómo me sentía comprometido por el futuro de los estudios de mis condiscípulos.
Sin ánimo de exagerar el hombre que hablaba conmigo lo hacía con enorme humanidad, como un Padre, lo que probablemente explica su reacción y la amistad con que a su nivel me distinguió. No son un secreto mis relaciones personales con miembros de su familia, la diferencia fue que por primera vez, el primer amigo de la familia era el Padre.
El Caldera que yo conocí, es completamente distinto a la leyenda que busca presentarlo como distante. El gran dirigente podía comportarse como un cómplice pleno de humor, hacerte participe de confidencias privadas y hasta tomarte el pelo. En momentos de confianza pude compartir con él inquietudes, hablamos de Maritain, le expuse problemas y constate que me escuchaba.
A menudo he asumido su defensa, la gente prefiere encontrar un culpable rápidamente, que enfrentar la responsabilidad de toda una sociedad.
Caldera realizó un sobreseimiento del juicio de Chávez, pero no lo eligió Presidente. Terminar anticipadamente el proceso, no tenía como objetivo favorecerlo, sino satisfacer una aspiración colectiva, que se manifestaba entre miembros de la Fuerzas Armadas, personeros de la vida pública, empresarios, políticos, directores de medios… quienes crearon una matriz de opinión a través de la prensa y la televisión nacional.
He presenciado discusiones donde personas que votaron por el teniente coronel, con total desfachatez responsabilizan al expresidente. El desprestigio de los partidos políticos, los militares culpables de los escándalos de chatarra, los banqueros deshonestos responsables del colapso bancario que vivimos, fueron causantes del que el venezolano comprara el discurso revanchista.
Intelectuales, artistas, columnistas, gerentes culturales, editores, empresarios oportunistas y un largo número de resentidos, fueron los primeros en ensalzar al golpista y allanarle el camino a Miraflores.
Con motivo del centenario de su nacimiento, seguro estoy que muchas personas de talla intelectual expresaran palabras para homenajear al gran hombre. Yo quise escribir del que me escuchó con la paciencia de un maestro, me orientó y me tendió su mano.
Para honrar su confianza, cada día trato de dar lo mejor de mí. El hombre de las manos limpias me enseñó a confiar en la providencia, a luchar por mi país y que existen valores a los que jamás podremos renunciar.
Ex Cónsul de Venezuela en París
Presidente de Venezuela-Futura, Francia
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nelsoncastellano@hotmail.com
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